EL MILAGRO.
Por
primera vez en mi vida, la semana pasada fui a una
reunión
de
la tan criticada Iglesia Universal y compartí las
prácticas
y plegarias de los presentes.
De
pronto, el Pastor se acercó al
lugar
donde yo estaba. Me miró fijamente y me señaló conel dedo.
Piadosamente,
me
arrodillé y él puso sus manos sobre mi cabeza y
exclamó con voz fuerte: "Ud va a
caminar."
Yo le
contesté
por lo bajo: "Pero no tengo ningún problema
motriz".
Él
ignoró mi respuesta y, casi
gritando,
volvió a exclamar: "¡Hermano, Ud va a
caminar!"
Toda
la
Asamblea,
con las manos en alto, empezó a gritar:
"¡"Ud va a
caminar."!"
Intenté
nuevamente
explicarle que no tenía ningún problema con mis
miembros
inferiores, pero fue en vano.
Él
repetía
cada vez más fuerte y con mayor energía:
"¡¡¡"Ud va a
caminar."!!!",
mientras
la asamblea en trance gritaba aún más fuerte:
"¡¡¡Hermano, Ud va a
caminar!!!"
Opté por callarme y no dije más
nada.
Cuando
terminó el acto dejé la
asamblea
y, créanlo o no, el pastor tenía razón:
¡¡¡Me habían ROBADO el auto!!!