Cultivar la curiosidad y el interés, es prestar atención a las cosas por sí mismas cuestionando lo obvio, no con espíritu de contradicción, sino con intención de añadir otras posibles explicaciones a las ya admitidas y otras posibles soluciones a las ya conocidas.
Relativizar la importancia del juicio de los demás, el juicio de los demás impone presiones añadidas y condicionamientos superfluos, la creación requiere de cierta libertad, y si estamos constantemente preocupados por lo que pensarán otras personas, será difícil plantearse retos.
Considerarnos capaces, el principal freno para desarrollar la creatividad es creernos incapaces de realizar algo creativo en cualquier ámbito de actuación, ya que solemos confundir los fracaso iniciales con una incapacidad real.