En el palacio de plata bruñida
y blancura de suave marfil
vive la princesa llena de tristeza
de una belleza infinitamente sutil.
Ópalo o perlas adornan su cuello
con aspecto dulce y fantasmal
a su paso se inclinan las flores
dándole el aire de una princesa astral.
Por los jardines pasea queriendo volar
escalar luminosa por un rayo de sol
salir del palacio, encontrar a su príncipe
cuan feliz sería con un beso de amor.
Pero está presa en su jaula de oro
nadie traerá a sus labios la miel
pero sueña que en un caballo alado
llegará a su vida un caballero fiel.
Sueña, sueña, sueña bella princesa
que tus alas sean ligeras para volar
y puedas romper las cadenas
de todo aquello que no puedes lograr.