CONTRA LA TONTUNA LINGüÍSTICA, UN POCO DE GRAMÁTICA BIEN EXPLICADA
Yo
no soy víctima de la LOGSE. Tengo 48 años y he tenido la suerte
de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo
y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de
aprobados y dela propaganda política. En párvulos (así se llamaba
entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a
estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de
"araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de
"uña". Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba "El Parvulito", un
librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como
ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen
texto. Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página,
que para eso teníamos cuadernos.
En EGB estudiábamos Lengua
Española, Matemáticas (las llamábamos "tracas" o "matracas") Ciencias
Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales),
Religión y Educación Física. En 8º de EGB, si en un examen tenías una
falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de
acentos, te suspendían.
En BUP, aunque yo era de Ciencias,
estudié Historia de España (en 1º), Latín y Literatura (en 2º) y
Filosofía (en 3º y en COU). Todavía me acuerdo de las declinaciones (la
1ª.: rosa, rosa, rosa, rosae, rosae, rosa en el singular; -ae, -ae, -as,
-arum, -is, -is, en el plural; la segunda;-us, -e, -um, -i, -o, -o, en
el singular; -i, -i -os, -orum, -is, -is, en el plural; no sigo que os
aburro), de los verbos (poto, potas, potare, potabi, potatum, el verbo
beber), de algunas traducciones ("lupus et agni in fluvi ripa aqua
potaban; superior erat lupus longeque agni": el lobo y elcordero bebían
agua en el río; el lobo estaba arriba, lejos del cordero; "mihi amiticia
cum domino erat": yo era amigo del señor).
Leí El Quijote y
el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de
Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a
Espronceda...
Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir
con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y
nuestra cultura. Aprendí que se dice "Presidente" y no Presidenta,
aunque sea una mujer la que desempeñe elcargo.
Y... vamos con la Gramática.
En
castellano existen los participios activos como derivado de
los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es
"atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el
de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que
significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello,
cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la
acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte".
Así,
al que preside, se le llama "presidente" y nunca
"presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del
que realiza la acción.
De manera análoga, se dice "capilla
ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice
"independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta";
"dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.
Y ahora,
la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas
(hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no
son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o
por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las
dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar
patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones
ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).
No
me gustan las cadenas de correos electrónicos (suelo eliminarlas) pero,
por una vez, os propongo que paséis el mensaje a vuestros amigos
y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos
ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen
carteras ministeriales).
Lamento haber aguado la fiesta a un
grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que
habían firmado un manifiesto.. Algunos de los firmantes eran: el
dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el
golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el
contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el
violinisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto,
el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el
oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!
SI ESTE ASUNTO NO TE "DA IGUAL", PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA LLEGANDO A LA MINISTRA DE "IGUAL-DA".