Maja y hermosa Duquesa de las Tierras Feraces,
acabo de saber que ha estado usted por aquí ha-
ce no mucho rato.
Lástima. No me he percatado de su presencia. Es-
taba yo ocupado dirigiéndome a ti, sí, a ti, querida
leonesa, desde Portugal, país de hermosas tierras
y de hermosas músicas.
Llegue hasta ti mi afectuoso saludo teñido de color
rojo intenso.
Muacccsss.