La celebración uruguaya es familiar, con algunas tradiciones de Italia (como el panettone)
y
de España (el turrón). El menú suele consistir en una tradicional
parrilla (asado), en la que además de carne
no puede faltar queso
provolone, algunas verduras asadas como morrón rojo (pimiento) y
papa
dulce (batata). Para brindar: el medio y medio, una bebida mezcla de
vino espumoso dulce
y vino blanco seco. El más popular es el del
restaurante Roldós, ubicado en el Mercado
del Puerto desde 1886. Y como
colofón a una buena celebración no pueden faltar los fuegos
artificiales.
Una Navidad sin frío ni nieve
tiene su encanto. Los uruguayos pueden vestirse en ropas livianas y
celebrar en las calles con una copa de sidra en la mano. Hay clubs y
restaurantes que ofrecen cenas
de Nochebuena en varios puntos del país.
Y los más jóvenes salen a bailar a fiestas que se hacen al aire libre.
Tampoco faltan los fuegos
artificiales, que son vendidos en puestos callejeros que obtienen un
permiso especial para las fiestas. El más impactante es "la torta de
125 tiros que termina con
una lluvia de fuegos", dijo un vendedor
ambulante que tenía su puesto
en el barrio Punta Carretas en
Montevideo.
Pero para visitar familiares o
amigos hay que tomar precauciones:
el día 24 el sevicio de autobuses se
paraliza casi completamente
a las siete de la tarde y recién se
normaliza el 26.