EL LENGUAJE DE LAS MANOS
Al tomar un objeto: Si lo hace de forma pesada, con un movimiento que
abarcaen realidad más de lo que quiere tomar, evidentemente
se trata de alguien fuerte,
que no tiene mucha paciencia con los demás.
Si la mano se dirige con gracia y flexibilidad, denota amor por los
placeres de la vida y gusto por la belleza.
Si se tenza sobre el objeto, muestra un carácter ávido, que no
sabe disimular lo que le pasa.
Si la mano se dirige decidida y directa, habla de un carácter
franco y seguro de sus ideas.
Al expresar satisfacción: Los brazos extendidos denotan un
temperamento extrovertido y bastante ingenuo.
Entrelazar los dedos puede ser el signo de un carácter
contenido, algo rencoroso y agresivo.
Llevarse las manos al estómago es el gesto típico de los
imaginativos y egocéntricos.
Para expresar decepción: Los brazos que caen a los costados
del cuerpo con pesadez muestran pasividad y resignación ante
el contratiempo.
El cerrar los puños indica que no se acepta el problema,
y muestra agresividad, que se reprime.
Cuando las manos se agitan, puede interpretarse que se está buscando
una "salvación", que es una actitud típica de aquellos que dramatizan
sus conflictos.
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