EL LORO QUE PIDE LIBERTAD
Ésta
es la historia de un loro muy contradictorio. Desde hacía un buen
número de años vivía enjaulado, y su propietario era un anciano al que
el animal hacía compañía. Cierto día, el anciano invitó a un amigo a su
casa a deleitar un sabroso té de Cachemira.
Los
dos hombres pasaron al salón donde, cerca de la ventana y en su jaula,
estaba el loro. Se encontraban los dos hombres tomando el té, cuando el
loro comenzó a gritar insistente y vehementemente:
–¡Libertad, libertad, libertad!
No
cesaba de pedir libertad. Durante todo el tiempo en que estuvo el
invitado en la casa, el animal no dejó de reclamar libertad. Hasta tal
punto era desgarradora su solicitud, que el invitado se sintió muy
apenado y ni siquiera pudo terminar de saborear su taza. Estaba
saliendo por la puerta y el loro seguía gritando: “!Libertad,
libertad!”.
Pasaron
dos días. El invitado no podía dejar de pensar con compasión en el
loro. Tanto le atribulaba el estado del animalillo que decidió que era
necesario ponerlo en libertad. Tramó un plan. Sabía cuándo dejaba el
anciano su casa para ir a efectuar la compra. Iba a aprovechar esa
ausencia y a liberar al pobre loro. Un día después, el invitado se
apostó cerca de la casa del anciano y, en cuanto lo vio salir, corrió
hacia su casa, abrió la puerta con una ganzúa y entró en el salón, donde
el loro continuaba gritando: “!Libertad, libertad!” Al invitado se le
partía el corazón.
?Quién
no hubiera sentido piedad por el animalito? Presto, se acercó a la
jaula y abrió la puertecilla de la misma. Entonces el loro, aterrado, se
lanzó al lado opuesto de la jaula y se aferró con su pico y uñas a los
barrotes de la jaula, negándose a abandonarla. El loro seguía gritando:
“!Libertad, libertad!”
*El
Maestro dice: Como este loro, son muchos los seres humanos que dicen
querer madurar y hallar la libertad interior, pero que se han
acostumbrado a su jaula interna y no quieren abandonarla.
Tomado de “Cuentos Clásicos de la India” recopilados por Ramiro Calle