EL PODER DE UN CENTAVO.
Se
dice que una señora se encontraba preparando un paquete que iba a
enviar para la india. En ese momento se presento un niñito de la
familia, el cual tenía un centavo que quería obsequiar al pueblo de ese
país. Con el centavo compro un folleto evangélico y lo puso en el
interior del paquete. Este folleto llego a las manos de uno de los jefes
de Birmania, que por medio de su lectura se convirtió al evangelio. Más
tarde ese jefe, después de haber experimentado lo que la religión de
Jesús hace en el corazón del hombre, conto esto a sus amigos: con el
resultado de que varios de ellos se convirtieron también. Más tarde se
organizo una iglesia, la cual pidió que un misionero fuera enviado, y
quince mil convertidos fueron el fruto de la pequeña semilla.
El Expositor Bíblico.