Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

aquinosreunimospersonaspositivas
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 GENERAL 
 ENTRA AL CHAT 
 REFLEXIONES 
 POESIAS 
 ARTE, CULTURA Y CIENCIA 
 FORMATOS, FONDOS Y GIFS 
  
 LA ROCKOLA 
 MUSICA MIDI 
 HISTORIA MUSICAL 
 ANOTA TU CUMPLEAÑOS 
 ENTRETENIMIENTO 
 RISAS Y HUMOR 
  
 MEXICO 
 ARGENTINA 
 CHILE 
 VENEZUELA 
 ESPAÑA 
  
 CINE ONLINE 
 JUEGOS 
 SALUD 
 CUIDA TU SALUD 
 PRENSA EN EL MUNDO 
 INFORMATICA-Tutoriales 
 
 
  Herramientas
 
General: AMOR PROTECTOR
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: LEO-MARI  (Mensaje original) Enviado: 11/03/2016 01:57

Enviado:
 

Amor Protector"


Cuentan los que saben, aquellos observadores del mundo animal, que mamá mona tiene una particular manera de expresar su amor de madre con su "bebé".

2408067.jpg

El primate toma en el regazo a su cría, al mejor estilo de las más dulces progenitoras, y atenaza al monito contra su pecho.

Ver a mamá mona cobijar a su hijito entre sus largos y peludos brazos, es contempla r un cuadro vivo del amor pasional, una clara expresión de ese amor que no admite límites y se muestra claramente dispuesto al sacrificio.

El homínido muestra una clásica ternura de madre que, con su efusividad compone el más elocuente símbolo de la protección. Al apretujar con tanta ternura al cachorro , la mona parece componer el cuadro elocuente de un amor "perfecto" que resguarda, hasta la exageración, de los peligros. La ternura de mamá mona constituye, a simple vista el más seguro refugio contra la muerte y el más elocuente gesto de preservación de la vida ¿ Quien podría dudarlo?.

Nadie, pero nadie, podría contradecir la evidencia de ese vehemente instinto protector maternal... sin embargo, al cabo de unos momentos, si usted observa detenidamente, notará una fenomenal ambivalencia. Los largos y fuertes brazos de mamá mona parecieran, abruptamente mutar de un cerco protector a una barrera infranqueable, como si fu eran los barrotes de una
cárcel.

El monito ya no se mueve con soltura cualquier intento por modificar la posición en que lo sostiene su mamá es respondido, a puro reflejo por la mona, aumentando la presión sus dulces brazos maternales.

Gradualmente, los movimientos del bebé mono se hacen más tenues hasta que, en un momento, en el clímax de aquel gesto pasional de amor de madre, cuando ya desaparecieron los peligrosos intentos de zafar del cerco maternal, el monito parece haberse entregado mansa y totalmente a los inexpugnables brazos de mamá.

Al cabo de unos minutos, si usted sigue observando, el dormir plácido del bebé es muy profundo no hace siquiera el más leve movimiento, su cuerpo aparece demasiado apacible y, quizás exagerando, podríamos decir inerte.

Si nos acercamos lentamente a la escena, desde un primer plano, veremos que el monito no respira.

Poco tardaremos en darnos cuenta, al seguir observando, la inexistencia de signos vitales el bebé mono no recupera la respiración y la madre no ceja en su "actitud maternal", aún más, parece incrementarla aunque su hijito no demuestre la mínima resistencia.

Sí, aunque cueste creerlo, el mimado animalito yace sin vida, tiernamente apretujado contra el corazón de su madre un corazón maternal que sí late de prisa, excitado por un amor tan fuerte un amor que por tanta vehemencia, tanta fuerza y afán protector, ahogó al vástago en el seguro refugio de sus brazos.

El monito había intentado moverse, quería...ya no huir, el sólo pretendía respirar. El pequeño vástago solo atinaba a tomar aire, oxígeno, en síntesis lo animaba el más primario derecho de todo ser vivo: vivir.

Increíblemente, el ser que le dio la vida y, quizás la hubiera ofrendado por protegerlo, terminó asfixiándolo en medio del "más perfecto amor de madre".

"Amor Osado"

Luego del desenlace de la primer escena, tenemos otra que, de expresivo y tierno amor, no tiene nada. Representa, diríamos, todo lo contrario aparece como una actitud temeraria, irresponsable y anti-protectora de una mamá para con su hijo.


El águila, una vez que a su pichón le han crecido las alas y revolotea gozosamente en su nido de las más altas cumbres reclamando comida lo toma desaprensivamente con su pico y lo monta sobre su fuerte lomo.

La majestuosa ave, emprende un decidido vuelo hacia las alturas y allí, en un acto cuasi homicida, que merecería la condena de cualquier madre del mundo, suelta a su pichón y se lanza vertiginosamente en picada, dejando que el tierno aguilucho aterrice, compulsivamente claro está, sobre ella.

Lo que parecía un intento de eliminación de un atemorizado hijo, termina siendo la primer lección de vuelo la fundante lección de vida.

Luego las clases se repiten y el aguilucho disfruta al sentirse transportado a las alturas y saber que, metros más abajo, lo espera el frondoso colchón de plumas de su diestra madre.

Pero, lo que parecía ser un juego, termina transformándose en una severa e implacable lección de entrenamiento por la sobrevivencia.

El águila invita a su pichón a volar una y otra vez. El aguilucho revolotea timidamente y ya no se esfuerza en mantenerse suspendido sino que prefiere dejarse caer seguro sobre el cuerpo de su veloz mamá. Pero, el auxilio de mamá águila cada vez se hace esperar más el imponente vuelo en picada, de la majestuosa ave, para rescatar en las alturas a su cría, se torna más espaciado y así el aguilucho se siente cada vez más cerca del suelo. Así lenta, pero firmemente, el pichón comprende que o se esfuerza para mantenerse con sus propias alas, o pronto se estrellará al no disponer del tiempo necesario para intentar siquiera apoyar sus patas sobre la osada madre.

El aguilucho sabe ahora que no hay alternativa aprende a volar, a esforzarse, desplegando y agitando sus alas con las que la naturaleza le dotó o, irremediablemente morirá.

             PARA REFLEXIONAR VERDAD?                                                                            



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: JuanJ Enviado: 11/03/2016 09:39
Sin duda amiga Leonor , es para reflexionar , pero ambos relatos son difícil de creer ;  
no es la conducta común de ambas especies ,
 
 
 
 


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados