ACEPTANDO MIS ERRORES.
El filósofo alemán F. Nietzche dijo cierta vez, “no vale la pena vivir discutiendo sobre todo, forma parte de la naturaleza humana el errar de vez en cuando…”
Sin embargo, todos nosotros conocemos a personas que hacen absoluta cuestión de tener razón en los menores detalles. Nosotros mismos, muchas veces, nos incluimos en esta categoría, “no nos permitimos errar”.
Todo lo que conseguimos con esta actitud es el terror a seguir adelante, “porque ciertos pasos exigen decisiones nuevas, cuyos resultados desconocemos”.
El miedo a equivocarnos es la puerta que nos encierra en el castillo de la mediocridad, si conseguimos vencer ese miedo, estaremos dando un paso importante en dirección hacia nuestra libertad. Y, sobre todo, teniendo coraje.
Reflexión; para conseguir encarar de frente este nuevo momento de la humanidad, para permitir que las ideas nuevas tengan espacio y que la energía de la tierra sea renovada, se necesita valor.
Sí, valor para enfrentar los prejuicios. Valor para ser justo. Valor para entender que todo aquello que hacemos afecta a la historia del mundo. Valor para dar pasos en dirección hacia lo desconocido, aun sabiendo que vamos a equivocarnos de vez en cuando.
Dios ya hizo su parte cuando nos colocó en el mundo. Ahora Él nos contempla con cariño y pide que hagamos nuestra parte.