Si estás pensando en viajar a un lugar de Europa para liberar el estrés de la vida cotidiana, quizá nunca te hayas planteado viajar hasta este lugar, quizá ni siquiera lo conocías. Cinque Terre, ubicada en la región de Liguria, conformada por cinco pueblos (de ahí el nombre de Cinque Terre) entre los acantilados en el Mar Mediterráneo.
Mucho menos conocidos que otros lugares de interés turístico como Venecia, Florencia o Roma, estas pequeñas localidades costeras esconden una particularidad y una belleza sin igual y sin comparación en todo el país. Riomaggiore, Manarola, Vernazza, Corniglia y Monterrosso son estos cinco pueblos de ensueño que componen las Cinque Terre, un lugar desconocido por muchos.
Este lugar, forma parte del Patrimonio de la Humanidad gracias a su ubicación y arquitectura, un paraje en el que las casas emergen del mar y, una sobre otra, se alzan hasta lo alto de la colina dejando tras de sí un rastro en forma de pueblo multicolor de fantasía.
El paisaje es pintoresco y paradisíaco, tanto a la luz del día como iluminado en la noche, Cinque Terre se convierte en un destino perfecto, apartado de el gran movimiento de las ciudades grandes de Italia, ideal para aquellos que quieran liberarse del estrés y además realizar un poco de actividades físicas, por ejemplo, las regiones de Cinque Terre entre los acantilados son un lugar hermoso y perfecto para realizar senderismo y recorrer las cumbres.
Merece la pena ir de un pueblo a otro a pie. Entre vides y limoneros, estrechos y sinuosos senderos bordean los acantilados para conectar las localidades entre sí, aunque el llamado “sendero del amor”, que une Riomaggiore con Manarola, ha permanecido cerrado unos años debido a desprendimientos de tierra. Por tanto, es una recomendación para cualquiera que desee ir a las Cinque Terre. Caminar desde Vernazza hasta Monterroso, toma alrededor de dos horas, pero el paisaje hace que el tiempo pase increíblementa rápido y sea un paseo soñado. Además, por el camino se pueden encontrar simpáticos lugareños con puestos de limonada artesanal y demás cosas que te refrescará durante la caminata.
Dos días son más que suficientes para visitar las Cinque Terre. El alojamiento es caro, pero pagar una noche de hotel por alojarse en este paraíso terrenal sobre los acantilados y las cumbres del Mediterráneo.. merece la pena.