¡Hola... soy la Tierra!
¡Hola, querido amigo, soy la Tierra, tu planeta! Quiero recordarte que continúo proporcionándote todo
cuanto necesitas: lluvia, humedad, viento, bosques, frutos, flores y follaje. No he cesado de darte
generosamente granos y cereales, legumbres y especias. Te doy abundantemente azúcar y sal, té y café.
Igualmente maderas preciosas, además oro, plata, cobre y otros útiles y valiosos metales.
Petróleo y la energía solar que puedo captar para ti.
Desde que estás conmigo te lo he suministrado todo con largueza; has disfrutado de mis ríos, lagos,
mares, pero... ¿Qué has hecho tú por mí para mantenerme limpia, viva y productiva?
¿Has cuidado del agua y de los bosques?
¿Proteges de impurezas esos ríos, lagos y mares? ¿Fertilizas con eficiencia la flora?
¿Robusteces y proteges la fauna? Insisto, amigo, ¿cuidas de tus hermanos menores, los animales?
¿Utilizas racionalmente la energía que te proporciono?
Porque me urge saber si me estás destruyendo o reactivando.
No te imaginas cuánto me has lastimado con tus guerras y bombas.
Por eso quiero que me digas si estoy igual que antes de que iniciaras "tu progreso" con la industrialización.
Si me mantengo fresca, frondosa y bella como hace un siglo, o ya cambió mi agradable imagen, es decir,
si alteraste mi faz. Dime amigo, ¿qué has hecho con este maravilloso planeta?
¿Qué con mi naturaleza que es tu presente y futuro?
Reflexiona y responde, amigo; piensa bien y contéstate. Y, después,
sigue actuando conforme te aconseje tu conciencia.
Pero por favor piénsalo bien antes de darte una respuesta, sé honesto, no vayas a quedarte sin nada
por tus ambiciones insanas. Por tu irresponsabilidad y apatía. Porque, si consigues finalmente liquidarme,
¿qué será de la humanidad? ¿Qué mundo van a recibir los que vienen detrás de ti, digamos, hijos y nietos?
¿Qué, si ya no encuentran agua o la hallan contaminada? ¿Qué, si ya no hay bosquees, frutos ni animales?
Te sugiero que me cuides y me conserves fuerte, que me vitalices; que me trates con cariño y respeto para
continuar viva y así poder continuar respondiendo a tus necesidades. Porque en verdad, amigo,
no quiero fallarte, pero dependo de ti. No olvides que soy lo único que ahora tienes.
Quizá mañana puedas abandonarme e irte a otras galaxias, pero ahora, nada más cuentas conmigo.
No tienes más...