La Maldad
Meditando sobre la impetuosidad que el género humano ocasiona, se evidencia que desde siempre ha habido maldad y una muestra de tanta fiereza y crueldad desmedida son las reseñas que encontramos en la historia de la humanidad y ello nos da la pauta para deducir que la misma es un océano lleno y abrumante de amores, traiciones y maldiciones, maldades que pululan por doquier, la voracidad de dominar de unos y la pasividad de otros que se dejan dominar hace que entre la sociedad cada vez haya mayor desigualdad y nuestra realidad infiera voraz y desgarradoramente en grietas llenas de amor y odio, seres de todo género sexual amando y matando, forjando inútiles senderos y destruyendo causas positivas, verdades transmutadas en mentiras, padres matando a sus hijos, éstos matando a sus padres, hermanos contra hermanos, en resumen, una vorágine constante de requiebro y aversión, de ambiciones malsanas donde reinan las pasiones capitales entre ellas, la ira sobre el orgullo, la vanidad entrelazada con la envidia, el miedo que se convierte en avaricia, la gula, la lujuria y la ociosidad que hacen, aunadas al sexo promiscuo, causa total para ambicionar lo que no nos pertenece y tornarnos en fieras hambrientas de querer apoderarnos de lo que poseen los demás.
Y todo esto sucederá mientras no haya un orden mundial, mientras no haya conciencia
Ciertos religiosos, en sus prédicas afirman que Jesús Cristo vino a limpiar “nuestro pecado original” y aun más, se enardecen al decir que sufrió por la humanidad en la cruz pero, si así fue, ¿Porqué hay mayor maldad, más ambición desmedida y mayor caos cada día? La respuesta es fácil, nosotros los seres humanos no somos personas agradecidas con lo que nuestra existencia nos ha proporcionado, somos seres diminutos pero llevamos un ego tan grande el cual nos hace creer superiores y la prueba consiste en que ya no nos conformamos con este planeta en que habitamos y el cual nos ha sido donado para vivir, sino que queremos explorar otros mundos con el objeto de conquistarlos y dominarlos, mientras, vivimos como fieras hambrientas, queriéndonos devorar el planeta y cada vez pretendiendo ser dueños de cada planta, de cada pedazo de terreno, de cada espacio marino y hasta de nuestros semejantes esclavizándolos o prostituyéndolos disimuladamente entre unos a otros. Este, es el mundo asqueroso en que vivimos.
Quiero acotar que la cruz, por lo que para muchos religiosos representa amor, bondad, escudo, en lo personal estimo que la misma fue un instrumento de tortura y por ende, persignarse como lo hacen los cristianos no creo sea algo sagrado y me extiendo al pensar que si Jesús Cristo hubiera sido asesinado colgándolo de una cuerda, cada soga, los cristianos la venerarían e incluso, si en aquel tiempo hubiesen existido, la guillotina, la silla eléctrica o el fusilamiento, también los cristianos le rendirían culto a las navajas afiladas, a las sillas o a los fusiles.
Nota: no me identifico con ninguna religión, simplemente escribo lo que pienso y si soy escéptico a ciertas creencias, es mi manera de ver el mundo en su fantasía o realidad, dependiendo del punto de vista personal y el de cada quien. Saludos de Rolmen.