VIVO EN UNA CONCIENCIA DE DIOS. MI VIDA ES BENDECIDA.
ESTOY VIVO, ALERTA, DESPIERTO Y LLENO DE ENTUSIASMO POR LA VIDA. DOY GRACIAS POR ESTE DÍA CON ESTA AFIRMACIÓN DE VERDAD Y SIENTO EMOCIÓN POR DESCUBRIR LAS BENDICIONES QUE ME AGUARDAN.
AL SENTIRME VIVO CON EL ESPÍRITU DE DIOS, APRECIO A CADA PERSONA Y A TODO A MI ALREDEDOR. ES COMO SI HUBIERAN LEVANTADO UN VELO DE MIS OJOS. VEO CLARAMENTE LAS BENDICIONES EN MI VIDA, Y ESTOY ABIERTO A LA BONDAD DE DIOS. RECIBO CON BENEPLÁCITO NUEVAS OPORTUNIDADES PARA SER UN CANAL DEL BIEN DE DIOS. AL MANTENER MI ATENCIÓN CENTRADA EN DIOS, MI ENERGÍA Y MI SENTIDO DE PROPÓSITO SE AVIVAN. ME SIENTO VIVO ESPIRITUAL, MENTAL, FÍSICA Y EMOCIONALMENTE —VIVO EN UNA CONCIENCIA DE DIOS.
SÉ QUE TU BONDAD Y TU MISERICORDIA ME ACOMPAÑARÁN TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA, Y QUE EN TU CASA, OH SEÑOR, VIVIRÉ POR LARGOS DÍAS.—SALMO 23:6
EL TIEMPO QUE PASO EN COMUNIÓN CON DIOS ME BRINDA CLARIDAD.
Cuando miro al cielo en una noche de luna, espero ver estrellas titilantes y constelaciones. Pero cuando enfoco mi telescopio, puedo ver los detalles con mucha mayor claridad. Este ejemplo podría describir también mi vida espiritual. Puedo pasar el día consciente de mis sentimientos de dicha y confraternidad con toda la gente.
Todo eso y más son los frutos de mi fe. Mas encuentro claridad en los momentos de contemplación consciente. Cuando medito sobre la Verdad y siento la Presencia de Dios; mi conciencia se expande y mi corazón se abre. Una certeza clara dirige mis pensamientos, palabras y acciones.
Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero en aquel día conoceré tal y como soy conocido.—1 Corintios 13:12