Aquí estoy mi hermosa dama
con esta sencilla décima acudo
hoy en tu día con encendida llama
pretendiendo vencer tu escudo.
Late fuerte este corazón humano
Y se inquieta en tu jardín mi mano
de una forma febril y temblorosa
en gestos de lascivo desenfreno
cuando pienso tocar la viva rosa
que brota en las colinas de tu seno..