La oficina de la ONU informó que estas ejecuciones, documentadas a través de fuentes vivas, en visitas in situ a la zona de conflicto y entrevistas con testigos, representan graves violaciones a los derechos humanos y a la Ley Internacional Humanitaria, y podrían constituir crímenes de guerra.
"La OHCHR también documentó casos de tortura u otras formas de malos tratos contra 113 prisioneros de guerra, muchos de ellos consistentes en palizas, patadas, golpes y otros malos tratos. de ellos consistían en palizas, patadas o, en menor medida, puñaladas. Se produjeron en diversas fases de cautiverio, pero principalmente durante la captura, los primeros interrogatorios o la evacuación a lugares de internamiento", señaló el organismo.
Algunos prisioneros reportaron a los investigadores de la OHCHR condiciones humillantes de detención durante su traslado a centros de internamiento transitorios o permanentes, siendo transportados en vehículos en condiciones de hacinamiento, medio desnudos y con las manos amarradas a sus espaldas, según el informe que investigó hechos del 24 de febrero de 2022 al 23 de febrero de este año.
La oficina reporta, asimismo, condiciones de internamiento inadecuadas en 8 de 31 centros de detención transitorios y permanentes del Gobierno ucraniano. También documenta casos de tortura y malos tratos, incluyendo "golpizas de bienvenida" en la colonia penitenciaria de en Dnipro, de marzo a mayo de 2022.
En su informe, la OHCHR saluda el establecimiento de un campo de prisioneros en la región de Lviv conforme a Ley Internacional Humanitaria, pero expresa sus preocupaciones sobre la escasez de alimentos, bajas temperaturas y tratos humillantes.
La oficina de las Naciones Unidas refiere que un número significativo de prisioneros de guerra permanecen internados en centros penitenciarios en violación al derecho internacional humanitario.
En el informe, la OHCHR identifica patrones de violaciones relacionadas con procedimientos criminales por parte de las autoridades ucranianas en contra de prisioneros de guerra de grupos armados afines a Rusia. Estos incluyen enjuiciamientos por su mera participación en las hostilidades, así como violaciones del derecho a un juicio justo, uso de confesiones obtenido con la promesa de una liberación rápida durante los intercambios de prisioneros de guerra y juicios apresurados por tribunales que pueden carecer de imparcialidad.
El 14 de enero, la comisaria rusa de Derechos Humanos, Tatiana Moskalkova, denunció el maltrato a prisioneros de guerra rusos y exhortó a las Naciones Unidas, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a otros organismos, a ejercer presión sobre el Gobierno de Kiev para que no recurra a la tortura y que cumpla con la Convención de Ginebra de 1949, que prohíbe la tortura, la violencia y los actos degradantes para la dignidad humana.
En esa ocasión, la defensora del Pueblo de Rusia señaló que los familiares de las tropas rusas capturadas habían recibido imágenes que mostraban violencia contra los prisioneros y amenazas de que los cautivos serían asesinados si las personas detrás de la cámara no recibían un rescate.
El 11 de enero de este año, el Gobierno ruso dio a conocer testimonios de prisioneros de guerra que fueron parte de un intercambio de presos con el Gobierno de Zelenski.
Un soldado ruso relató que fue golpeado repetidamente en cautiverio y a consecuencia de ello perdió todos los dientes frontales superiores.
Le colocaron una bolsa de basura en la cabeza. Otro militar declaró que durante 10 días le interrogaron sin dejarle comer ni dormir, solo "le hacían preguntas y le golpeaban con un garrote de goma en las rodillas, los dedos, la cabeza y le torturaban con descargas eléctricas".