La luz y el amor de Dios en mí resplandecen.
Esperanza
Una nube negra puede hacer que el cielo se vea sombrío. Mas recuerdo que no hay nube que pueda impedir que el sol brille. Por sobre las nubes, el sol brilla tanto como lo hace siempre. Si una nube parece ensombrecer mi día, recuerdo que el amor de Dios está presente en todo momento, siempre resplandeciendo, bendiciéndome con guía, inspiración y esperanza.
En cualquier momento, puedo conectarme con el infinito amor de Dios en mí. Me centro en meditación y oración y la luz de la sabiduría y la comprensión aumenta. Nada en el mundo externo está más allá del poder del amor transformador de Dios.
“La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscurezca, será como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza.”—Job 11:17-18