Cuando nos tocamos y nos abrazamos, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
Algunas veces no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos, el abrazo es la mejor manera.
Hay veces que no nos atrevemos a decir lo que sentimos, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se puede contar con el idioma de los abrazos.
Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado.
Acrecienta la voluntad de vivir en los enfermos. Pues debes saber que cuatro abrazos al día son necesarios para sobrevivir, ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.
¿Que nos brinda un abrazo?
Protección:
El sentirnos protegidos es importante para todos, pero lo es más para los niños y los ancianos quienes dependen del amor de quienes los rodean.
Seguridad:
Todos necesitamos sentimientos seguros. Si no lo conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones interpersonales declinan.
Confianza:
La confianza nos puede hacer avanzar cuando el miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en algún desafío de la vida.
Fortaleza:
Cuando transferimos nuestra energía con un abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.
Salud: El contacto físico y el abrazo imparten una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.
Autovaloración:
Mediante el abrazo podemos transmitir un mensaje de reconocimiento al valor y la excelencia de cada individuo.
Que no se nos olvide lo importante que es abrazar a quienes amamos y cuanto bien nos hace a todos abrigarnos el corazón con la calidez de un abrazo…
Un abrazo: Hace y dice muchísimo, abraza a tu amigo, abraza a tu ser querido, abraza a tus niños, abraza a tus mayores, abraza a tu mascota… ¡¡Abrázalo todo!!
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