Semana Santa
La muerte y resurrección de Jesús tiene unas connotaciones místicas muy poco apreciadas por la generalidad. Cuando hablamos de la dualidad y de ser conscientes de la Unidad nos estamos refiriendo a ese proceso interior de pérdida del yo circunstancial para hacer florecer el yo en toda su extensión, es decir, ese yo resucitado. Ken Wilber también lo expresa como la muerte del yo externo y el renacimiento del yo interno. Precisamente ese es el significado místico de la celebración de la semana santa. Veamos en las líneas siguientes lo que nos dice Ken Wilber:
¿Existe un camino que nos lleve a la experiencia de Unidad? Las distintas tradiciones describen esa muerte y nuevo renacimiento con nombres muy diversos. Así, por ejemplo, en el Cristianismo recibe los nombres de Adán –a quien los místicos llaman el "Hombre Viejo" u "Hombre Externo" y del que se dice que abrió las puertas del Infierno– y de Jesús -el "Hombre Nuevo" u "Hombre Interno" que abre las puertas del Paraíso- pues en opinión de los místicos, la muerte y resurrección de Jesús constituye el arquetipo de la muerte del yo separado y la resurrección a un destino nuevo y eterno dentro de la corriente de la conciencia, a saber, el Ser Divino o Crístico y su Ascensión. Dijo San Agustín: "Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera hacerse Dios". En el Cristianismo, este proceso de retorno desde la condición "humana" a la condición "Divina", de la persona externa a la persona interna, se denomina "Metanoia", una palabra que significa tanto "arrepentimiento" como "transformación". En tal caso, nos arrepentimos del pequeño yo (el ego individualista) y nos transformamos en el Ser (o Cristo), de modo que, como afirmaba San Pablo, "no soy yo sino Cristo quien vive en mí".
Reflexiona y medita en esta celebración y consigue en ti la pascua de resurrección. Paz Profunda.