Pensamiento del miércoles 11 de mayo de 2011.
"Desde el punto de vista iniciático, el caballo es un símbolo de nuestra naturaleza inferior, nuestra personalidad, que se expresa a través del cuerpo físico, el cuerpo astral y el cuerpo mental. El trabajo del discípulo consiste en primer lugar en ejercer un control sobre su caballo – o más exactamente sobre estos tres caballos. Para ello, debe saber cómo mantener sujetas las riendas. ¿Qué son estas riendas? Los vínculos fluídicos que el caballero establece entre sus tres caballos y él mismo para poder dominarlos y conducirlos en la dirección correcta. Para que estos tres caballos obedezcan y caminen juntos en armonía, es necesario también alimentarlos adecuadamente con alimentos apropiados. El caballo físico, el cuerpo, necesita un alimento sano, fresco, así como ejercicios para volverse resistente. El caballo astral, el corazón, necesita pureza, amor y dulzura. Respecto al caballo mental, el intelecto, hay que alimentarlo únicamente de sabiduría y de luz."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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