Pensamiento del miércoles 18 de mayo de 2011.
"El desinterés no es la virtud más extendida entre los humanos. Incluso cuando dan algo o emiten unos discursos generosos, siempre hay un cálculo oculto. En realidad, ciertamente, ningún gesto, ningún sentimiento, ningún pensamiento puede ser absolutamente desinteresado. Incluso el amor hacia Dios es interesado. Aquél que ama al Señor sabe que gana la luz, la libertad y la vida eterna; hay pues un interés en este amor. Pero al cambiar de objeto, este interés ha cambiado de plano, porque la luz, la libertad y la vida eterna son adquisiciones divinas. Debemos pues trabajar en esta dirección: vencer el interés inferior que sólo tiende a satisfacer los instintos y la codicia, para hallar un interés superior: la necesidad de crecer, de ennoblecernos, de divinizarnos. Pero ahí también hay un interés; cualquier cosa que hagamos, lo hacemos por interés."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |