CADA AMANECER…
Cada amanecer hay que saludarlo con alegría. El SOL que despunta en el horizonte llega con buenas noticias. Nos dice que la vida continúa, que Dios no se cansa de nosotros y que hay retos por asumir.
¡Qué bueno es hacer de cada día una aventura; luchar sin tregua e insistir con tenacidad! Conviene alimentar el fuego de esa esperanza que nos mantiene con vida. Somos capaces de enfrentar riesgos cuando Dios es nuestro amigo, y cuando nos mueven la fe y el amor que dinamizan la esperanza. ¡Estas virtudes son las palancas que mueven al mundo! Son las fuerzas que nos motivan a ver los obstáculos como desafíos y a vencer el desaliento.
El nuevo día es un llamado a insistir, persistir, resistir y nunca desistir.
Cada alborada, el sol brilla para invitarnos a dar lo mejor sin esperar nada a cambio, con un sereno desapego.
¡¡El SOL nos llama a decirle SÍ a la VIDA!!
(Gonzalo Gallo González)
La LUZ de tu SONRISA…
¡¡Sonríe, sonríe, por favor!!
Tu amable sonrisa es un sol que brilla aún en los días nublados. ¡Cuán grato es verte sonreír!
Con esa cálida sonrisa brindas alegría y comunicas esperanza.
Tu sonrisa es agua fresca; es como el canto del jilguero en la alborada.
Sonríe siempre para espantar el duende del desaliento y alejar los fantasmas del temor y el pesimismo.
¡Sonríe, por favor!
Tu sonrisa abierta es remedio para el espíritu, descanso para el corazón y luz para la mente. ¡Sonríe más y más!
Tu dulce rostro iluminado por la sonrisa abre nuevos caminos, inspira nobles ideales e invita a la confianza.
Sonríe con ternura, sonríe con amor, sonríe con valor.
Haz de tu sonrisa una plegaria, haz de tu sonrisa una canción.
Sonríe porque siempre que lo haces Dios brilla en tu mirada y susurra palabras de amor en cada gesto.
(Gonzalo Gallo González)