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General: El Hombre se agarra del mundo exterior
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Evaristo  (Mensaje original) Enviado: 02/11/2011 21:12
El Hombre se agarra del mundo exterior 
   Louis Claude de Saint-Martin

 
En el estado de apatía en que el hombre se encuentra buceando, a través de sus ilusiones diarias, y estudiando solamente la orden externa de la naturaleza, él no ve ni la fuente de su orden aparente y ni aquella de su desorden; el hombre se identifica con este Universo externo; él no puede dejar de considerar tal universo como un mundo exclusivo y de existencia propia. Y en este estado de cosas, la idea que tiene mayor dificultad de acceso al hombre, es aquella de la degeneración de nuestra especie y la de la caída de la propia naturaleza; el hombre perdió los derechos que debería tener sobre la naturaleza al dejar de usarlos y acabó confundiendo esta naturaleza obscura e invidente con él mismo y con su propia esencia.
 
Si el hombre pudiera, por un momento, tener una visión más correcta y más benéfica de la orden externa, una simple observación sería suficiente para mostrarle, de un golpe, la real degradación de su especie, la dignidad de su ser y su superioridad sobre esta orden externa.
 
Como puede el hombre negar la degeneración de su especie, en cuanto ve que no puede vivir, pensar, actuar, existir sino combatiendo una resistencia? Nuestra sangre tiene que defenderse de la resistencia de los elementos; nuestra mente, de las dudas y de la obscuridad de la ignorancia; nuestro corazón, de las falsas inclinaciones; nuestro cuerpo como uno todo, de la inercia; nuestro estado social, del desorden, etc.
 
Una resistencia es un obstáculo; un obstáculo, en el orden del espíritu, es una antipatía y una enemistad; una enemistad en acción es un hostil poder combatiente; este poder, extendiendo sus fuerzas continuamente a nuestra vuelta, nos coloca en una situación violenta y dolorosa, en la cual no debemos estar y sin la cual tal poder nos sería desconocido, como si no existiera, una vez que interiormente sentiríamos que fuimos hechos para la paz y tranquilidad.
 
No! El Hombre no está en su armonía adecuada; él, evidentemente, sufrió un cambio para peor, no digo esto por encontrarse en los libros, y ni por ser una idea generalmente admitida por las personas.
 
Hablo porque durante su pasajera existencia en la tierra, parece estar en medio de sus semejantes, así como un león voraz entre las ovejas, o como una oveja entre voraces leones; esto porque entre este vasto número de hombres, hay difícilmente uno que despierte para alguna cosa que no sea víctima o ejecutor de su hermano.
 

 
Extracto del libro: "El Ministerio del Hombre Espiritu" de L.C.de Saint-Martin.
 


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