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General: visualizacion curativa
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: monica08  (Mensaje original) Enviado: 17/11/2011 14:00
Visualización Curativa
:: WebMaster :: 

por Renato Mayol - mayko12@uol.com.br

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

En muchos casos, en una enfermedad, aparte del tratamiento médico convencional, para lograr la curación puede ser necesario también el empleo de recursos que van más allá de los medios físicos – recursos tales como la utilización de la mente.

Y son los descubrimientos de las investigaciones de la Física actual, demostrando una interactividad entre el observador y los objetos de su observación y sugiriendo que todas las cosas existen en un estado de posibilidad hasta que alguien las visualice, lo que nos aproxima siempre más al mundo invisible. Mundo invisible ese que quizá sustente y mantenga a través de la conexión cerebro-mente, la realidad tal como la idealizamos, consciente o inconscientemente.

Fue a principios de los años 70 cuando el radioterapeuta Carl Simonton descubrió, con ayuda de su mujer, la psicóloga Stephanie Simonton, que el uso de las imágenes mentales podría contribuir a ampliar los efectos de la radioterapia y a disminuir sus efectos colaterales. Aparte del tratamiento médico, ellos instruían a sus pacientes para que visualizasen el sistema inmunológico destruyendo las células cancerosas y los órganos afectados sanándose. Las curaciones que obtuvieron en algunos pacientes con cáncer avanzado demostraron la posibilidad de que las imágenes mentales curativas pudieran ser un poderoso método complementario de cura.

Tuve ocasión de comprobarlo por mí mismo en un accidente que me ocurrió cuando me encontraba en período de estudios en Inglaterra. Sucedió durante mi trabajo de pesquisa en el Laboratorio de Inmunología Experimental del Instituto Chester Beatty, cuando, al inocular a un ratón, me pinché en el dedo con una aguja llena de células leucémicas. Aparentemente, a partir de ahí resultó un cuadro clínico muy grave que me afectaba los riñones.

Mientras aguardaba ser trasladado a la Unidad Renal, caí en profunda depresión y empecé a preguntarme: ¿Por qué a mí? No me parecía justo que después de todos mis esfuerzos para perfeccionarme científicamente a fin de empezar a producir, he aquí que, de pronto, todo iba a terminarse. Pero también empecé a pensar: las enfermedades que afectan a los demás, esas, ¿por casualidad tienen sentido? Al fin y al cabo, ¿qué tendría yo de tan especial que debiese conferirme inmunidad y garantía de vida? Así, poco a poco, me fue calando hondamente la lección de la Humildad. Pero yo tenía que luchar. A fin de cuentas, nunca había entregado los puntos tan fácilmente. Por el contrario, había afinado el gusto por la lucha con la práctica del kárate, habiendo sido alumno del profesor Mitsusuke Harada y del maestro Taketo Okuda. Y he aquí que, pensando en eso, de pronto, recordé la técnica de la visualización curativa de los Simonton, mediante la cual los pacientes se imaginaban luchando contra sus males y los vencían. Empecé entonces a visualizar mis células de defensa formando anticuerpos que se unían a los microorganismos que me estaban perjudicando, desactivándolos y limpiando mis riñones, que empezaban de nuevo a formar la orina, la cual iba siendo recogida en la vejiga, gota a gota. Lo interesante es que en momento alguno me asaltó cualquier duda respecto de que lo que yo estaba haciendo no fuese lo que debía hacer, pues una indescriptible certeza de que aquella visualización era absolutamente vital me invadía siempre más.

En un estado de conciencia entre el sopor y la vigilia, iba repitiendo lentamente todo el proceso, pasando a identificarme con la propia revitalización de los riñones y el restablecimiento de su función normal. Durante toda la noche, ese único cuadro, visualizado mentalmente, ocupó todo mi ser. Al día siguiente, mientras instalaban la intubación necesaria para la diálisis peritoneal, antes de pasar a la hemodiálisis, expresé mi deseo de orinar, y cuál no sería la sorpresa de todo el equipo médico cuando empecé a orinar como si no fuese a terminar nunca. Con mi recuperación la diálisis pronto quedó interrumpida y en pocos días obtuve el alta por curación.

Lo que me pasó fue calificado como dolencia de características infecciosas, grave y progresiva. Después me enteré de que uno de los experimentados colaboradores del equipo médico del Hospital Royal Marsden llegó a pronosticarme un máximo de 48 horas de vida. Relato los detalles de todo ello en mi libro “Cáncer – Cuerpo y Alma”.

En cuanto a la visualización que hice, me había olvidado totalmente de ella, hasta que muchos meses más tarde, ya de vuelta al Brasil, asistiendo a un curso del médico Celso Charuri sobre el Poder de la Mente, recordé lo que había hecho y empecé a relacionar las cosas, reconociendo su importancia y empezando a emplearla otras innumerables veces, certificándome cada vez más de su enorme valor y poder. Semejante a ese, hay otros muchos ejemplos que sirven para demostrar que hay técnicas y métodos que pueden complementar el tratamiento con los procedimientos técnicos que la moderna tecnología científica pone a nuestra disposición.

Lo mejor es que a través de la visualización curativa el propio paciente puede participar activamente en la lucha contra sus enfermedades, mientras su cuerpo está siendo cuidado por los médicos. Y si el paciente tiene algo muy importante que realizar o que llevar a cabo, tal motivación podrá, a través de la emoción, intensificar su visualización curativa, lo cual le ayudará a apalancarlo hacia la salud y la vida. 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Tenique Enviado: 17/11/2011 17:48


 
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