"Lo que deseáis verdaderamente, un día terminaréis obteniéndolo. ¿Cuándo? Esto no os debe preocupar. Armaos solamente de paciencia y de amor. En la vida espiritual jamás debemos fijarnos un plazo para nuestro trabajo y para nuestros esfuerzos. ¿Cuánto tiempo tardaréis en llegar a ser perfectos? No os ocupéis de ello, esto no os incumbe. Y si estáis enfermos, no digáis: «Mañana, quiero estar curado» sino: «Oh Dios mío, el tiempo no cuenta para mí, acepto tu voluntad, estoy a tu disposición. Lo único que te pido es aprender a conocerte, a amarte, el resto esperará el tiempo que tú quieras.» Es así cómo triunfaréis sobre el tiempo. Trabajad y jamás deis órdenes al Señor fijándole la fecha de las realizaciones."