Pensamiento del lunes 19 de diciembre de 2011.
"En el Apocalipsis, san Juan comenta cómo fue transportado en
espíritu ante el trono de Dios. «Alrededor del trono se alzaban
cuatro seres vivos llenos de ojos por delante y por detrás; el
primero era semejante a un león, el segundo a un toro, el
tercero a un hombre y el cuarto a un águila.»
Estos cuatro seres vivos – llamados también los cuatro
Animales santos – que se alzan ante el trono de Dios son los
Serafines. Representan los cuatro principios de la materia, los
cuatro elementos: el fuego (el león); la tierra (el toro); el
aire (el hombre) y el agua (el águila). Los Serafines son los
ángeles de los cuatro elementos. Se puede pues decir que las
raíces de la materia están en Dios, en la séfira más elevada:
Kether. Pero no debemos dejarnos engañar por las palabras: con
este grado de pureza, la materia es casi indisociable del
espíritu."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Nota 1: La palabra serafim es un plural de "seraf" que quiere decir quemar, de modo que los serafines son ángeles de fuego.
Nota 2: Esta visión de San Juan en el Nuevo Testamento aparece en el Antiguo en la Visión del Carro (Merkabah) de Ezequiel.