"La Inteligencia cósmica ha dado un determinado sonido a cada criatura con la finalidad de que pueda participar de la sinfonía universal. Solamente los humanos tienen la posibilidad de sustraerse de esta sinfonía, porque el Creador les ha dado también una voluntad libre, y si la utilizan para dejarse llevar por sus instintos, sus pasiones y sus caprichos, se alejan cada vez más de la armonía cósmica y se privan de sus bendiciones. El día en que los humanos consideren que la unidad y la armonía son el objetivo de su existencia, de sus trabajos, su conciencia se expandirá. Al vibrar de nuevo en consonancia con el Todo, restablecerán el canal por el cual las energías más puras del universo volverán a circular en ellos para vivificarlos."