MÉTODO UNIVERSAL PARA MEDITAR SOBRE LOS
CUARENTA EMBLEMAS ROSACRUCIANOS
1. CONTEMPLACIÓN: una vez al día, durante cinco minutos, contemplen la imagen del Emblema . No deben pensar en nada, solamente deben contemplar la imagen y permitir que sus detalles pictóricos se graben en su memoria.
2. VISUALIZACIÓN: a continuación, cierren los ojos y durante tres minutos, mantengan en su mente la imagen que previamente habían contemplado. Esto fortalecerá su memoria y su poder de visualización.
3. ORACIÓN: cada Emblema tiene una Oración específica, que debe ser pronunciada mentalmente o en voz baja, a elección del estudiante.
4. CREACIÓN: durante otros tres minutos, el estudiante procederá a crear una Forma de Pensamiento en armonía con el Emblema contemplado. La Forma de Pensamiento debe estar impregnada con las emociones despertadas por la Oración en el fuero íntimo del estudiante.
5. PROYECCIÓN: con los ojos cerrados, colocará su palma de la mano derecha sobre su corazón, visualizará el Mundo, inhalará muy profundamente y al exhalar, enviará al Mundo la Forma de Pensamiento creada.
Cada uno de los Cuarenta Emblemas posee una característica que lo identifica, tanto para la Oración que se utiliza, como para la respuesta que da el estudiante a la Oración Bíblica. La Contemplación del Emblema hace que el patrón simbólico sea reconocido por el subconsciente, y comience un proceso que no es visible, pero que consiste en la asimilación del Pensamiento-Forma o Modelo Patrón que está implícito en cada uno de los Emblemas.
La anterior Meditación tenía por objeto ABLANDAR nuestro corazón y nuestra mente, de modo que podamos sentir mejor y razonar mejor. El endurecimiento del corazón significa la incapacidad para ver los problemas de los demás. Por lo tanto, el golpe del martillo que aplica la Divinidad, permite que nuestros preconceptos se desmoronen, y que se desintegren las características más persistentes, duras o enquistadas de nuestra personalidad.
La siguiente y actual Meditación tiene como finalidad HACER CRECER nuestras potencialidades. Observen que la piedra de nuestra personalidad anterior fue pulverizada y transformada en abono o tierra donde crecen ahora las espigas de maíz. Y este maíz es el símbolo de la generación y fructificación, el cual nace no desde el suelo, sino precisamente desde nuestro Corazón. Al ablandar nuestras emociones, permitimos que los tesoros ocultos aparezcan. Esas son las semillas que cayeron en suelo fértil. Nuestras enseñanzas son estas Semillas de Sabiduría que caen en las mentes y corazones de los estudiantes.
II-CRESCO, YO CRESCO
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ORACIÓN DE CRESCO
Lucas 08:15
“MAS (la semilla) QUE CAYÓ EN BUENA TIERRA, ÉSTOS SON LOS QUE CON CORAZÓN BUENO Y RECTO RETIENEN LA PALABRA OÍDA, Y DAN FRUTO CON PERSEVERANCIA”.
Crezco: “ Yo no soy un camino, o una espina, o una piedra, sino la mejor tierra; y dulces espigas de maíz se levantarán desde lo profundo de mi corazón”.