MÉTODO UNIVERSAL PARA MEDITAR SOBRE LOS
CUARENTA EMBLEMAS ROSACRUCIANOS
1.CONTEMPLACIÓN: una vez al día, durante cinco minutos, contemplen la imagen del Emblema . No deben pensar en nada, solamente deben contemplar la imagen y permitir que sus detalles pictóricos se graben en su memoria.
2.VISUALIZACIÓN: a continuación, cierren los ojos y durante tres minutos, mantengan en su mente la imagen que previamente habían contemplado. Esto fortalecerá su memoria y su poder de visualización.
3.ORACIÓN: cada Emblema tiene una Oración específica, que debe ser pronunciada mentalmente o en voz baja, a elección del estudiante.
4.CREACIÓN: durante otros tres minutos, el estudiante procederá a crear una Forma de Pensamiento en armonía con el Emblema contemplado. La Forma de Pensamiento debe estar impregnada con las emociones despertadas por la Oración en el fuero íntimo del estudiante.
5.PROYECCIÓN: con los ojos cerrados, colocará su palma de la mano derecha sobre su corazón, visualizará el Mundo, inhalará muy profundamente y al exhalar, enviará al Mundo la Forma de Pensamiento creada.
En el Octavo Emblema podemos ver: a) Un Incensario; b) Una parrilla de cuatro barras; c) Un Corazón; d) La mano de Dios derramando incienso. Este Emblema tiene un significado esotérico relacionado con el antiquísimo uso de substancias fragantes, olorosas y balsámicas, que en todos los cultos y Tradiciones, ya sean occidentales u orientales se han practicado universalmente. Pareciera que las distintas substancias – las más conocidas el Incienso, la Mirra, el Benjuí, el Sándalo – permiten que la parte material del hombre pueda armonizarse con el mundo espiritual, mediante la inhalación de estas fragancias. Estos aromas se usaron con fines sacramentales y con fines curativos. Hoy día pueden conseguirse extractos, aguas perfumadas que se calientan y desprenden sus aromas, y velas perfumadas que cumplen idéntico propósito. El uso del Incienso y otras resinas odoríficas continúa en las Órdenes Esotéricas que han llegado a nuestros días. Existe una mezcla de substancias que permiten fabricar el “Incienso Masónico”, como lo describe el Gran Maestro de Memphis Misraim Robert Ambelain. En el libro “Del Incienso a la Osmoterapia”, del Gran Maestro Rosacruz Arnold Krumm-Heller, se hace una cita al “FAUSTO” de Goethe, cuyos versos dicen: “¿No respiras conmigo aromas suaves?/ ¡Con qué delicias nos embriagan los sentidos!/ Secretamente rondan por los aires.../Ríndome luego a sus encantos”. También nos comenta que en la Tradición Judaica, al terminar el día Sábado, quienes hacen la ofrenda tanto en las Sinagogas como en las casas familiares, deben llevar un vaso con bálsamos olorosos y pronunciar la siguiente bendición: “Alabado seas, Señor, Dios nuestro, Rey del Mundo, que creaste todas las especies de aromas”. Entonces abre la tapa o torrecilla del incensario y aspira el vapor de los granos de especies aromáticas.
VIII-SUSPIRO: “Yo Respiro”
http://www.american-buddha.com/cult.rosieblemcramer.2.htm
ORACIÓN DE SUSPIRO