"¡Qué poder representa el pensamiento, y cuantos trabajos podéis realizar gracias a él! Pero con una condición: que esté concentrado. Mientras le dejéis flotar, pasearse, vagabundear, no podéis evidentemente hacer nada con él. La concentración es una actividad esencial de la vida espiritual con la que debéis ejercitaros incansablemente durante años. Miles de ejemplos en la vida revelan la eficacia de la concentración, y tal vez incluso os habréis divertido concentrando los rayos de sol con una lupa para encender un trozo de papel… Aprended ahora a transponer este fenómeno al plano psíquico y comprenderéis que el pensamiento, una vez concentrado sobre un punto y manteniéndolo así durante el tiempo suficiente, puede «inflamar» materiales en vosotros, y entonces viviréis en el calor y en la luz."