Pensamiento del jueves 22 de marzo de 2012.
"¡Cuántas tierras se han convertido en desiertos a causa de la falta de agua! Pero también ¡cuántos desiertos en los que se ha podido llevar agua, han sido transformados en tierras fértiles! El agua es la vida que circula. Entonces, si queréis vosotros mismos convertiros en una tierra fértil, dejad siempre fluir el agua, la vida. Y no os ocupéis por saber qué árboles serán los que crecerán, florecerán y darán frutos, ni qué pájaros vendrán a cantar en estos árboles. Alguien dirá: «Pero yo quiero, en principio, saber cuál será el lugar de este árbol o de este pájaro, y sobre que rama irá a cantar.» Pues bien, si espera conocer todos estos detalles antes de decidirse a dejar fluir el agua, pasarán siglos y ninguna hierba crecerá, ningún pájaro cantará. Dejad pues fluir el agua, veréis entonces cómo todo encontrará su lugar, cómo todo cantará, todo florecerá. Dejar fluir el agua significa no cesar nunca de amar. Suceda lo que os suceda, nunca cerréis vuestro corazón, porque será entonces cuando dejaréis que el desierto se instale en vosotros. Los demás tal vez no tienen necesidad de vuestro amor, pero vosotros, tenéis necesidad de amar. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov |