Pensamiento del lunes 30 de abril de 2012.
"¿Por qué la iglesia se ha ensañado y durante siglos, a asustar a los cristianos amenazándolos con la condenación eterna? Es una creencia errónea. En realidad, no existe la condenación eterna para los humanos. Puede solamente, y aún en raras ocasiones, producirse lo siguiente: cuando un ser se deleita verdaderamente con el mal y se obstina a trabajar conscientemente contra los proyectos de Dios, contra la luz, se sobrecarga tanto, se oscurece tanto, que finalmente se produce una separación entre su alma humana y su alma divina: el alma divina, bajo forma de chispa, lo abandona para volver al océano de la luz original, y entonces, privado de esta chispa, el alma humana se disgrega y desaparece. Estos casos, lo repito, se producen muy raramente. Sean los que sean los pecados y las transgresiones cometidas, siempre se da al alma humana la posibilidad de reconocer sus faltas y de purificarse gracias al alma divina que está unida a ella y que busca siempre empujarla hacia la luz. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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