Plegaria
LAUVIAH, Dios loado y exaltado.
Viva el Eterno, y bendito sea mi pedregal. ¡ Que el Dios de mi salvación sea exaltado !
LAUVIAH : Dios que eternizas las situaciones
y que das el placer del renombre a los que viven en tu paz,
a ti te pido que me ayudes a sacar de mis adentros
aquello que de algún modo puede ser útil
a la renovación de la vida.
Saca de mi pasado, ¡ Oh LAUVIAH !
sólo aquello que hable de eterno amor,
sólo aquello que sea razonable y justo, y encierra en mi
la complacencia en lo episódico,
en lo que se hunde bajo el peso de las convenciones.
Destruye mi orgullo, mis vanas apetencias
y no permitas que los celos me inciten
a levantar falsos testimonios.
Que pueda, ¡Oh LAUVIAH! ser ejemplo
de las virtudes que emanan del Padre.