Plegaria
HAHAIAH, Dios refugio.
¿ Por qué, ¡Oh Eterno!, permaneces alejado? ¿Por qué te ocultas en el momento de la tribulación?
HAHAIAH : Señor, que has permitido que se funda
mi aliento con tu aliento,
para que pueda contemplar en mi interior
la belleza de un amor sin fronteras : haz que sea para mis hermanos
el transmisor de tu divina armonía, el que aporta paz y sosiego
a las almas turbadas. Permite, Señor HAHAIAH,
que no confundan ese Amor, que es ley de universo,
con las humanas pasiones que suelen agitar los corazones.
Que en todo momento y en todo lugar,
Señor HAHAIAH, vean en mi al intermediario y no al promotor.