Pensamiento del viernes 18 de mayo de 2012.
"Aunque plantados en el mismo suelo, beneficiándose de las mismas condiciones exteriores de temperatura y de humedad, así como de los mismos cuidados, algunos árboles producen flores de colores relucientes, de perfumes exquisitos, y frutos deliciosos, mientras que otros sólo dan flores apagadas, inodoras, y frutos incomestibles. Podemos hacer las mismas observaciones con los humanos. Es por ello que cuando se reivindica que la familia, la sociedad, los acontecimientos son los que determinan su destino, sus éxitos o sus fracasos, su elevación o su caída, en parte es cierto, por supuesto, pero solamente en parte. En realidad, lo que vivirá cada uno depende, ante todo, de la naturaleza de la «semilla» o del «núcleo» que representa, es decir, de la manera de pensar, de sentir los acontecimientos, de asimilarlos e incluso de transformarlos. Por lo tanto, si os encontráis en condiciones difíciles, en lugar de querer cambiarlas o de esperar otras mejores, es sobre vosotros mismos que debéis trabajar. Ahondad profundamente en vosotros y hallaréis elementos, poderes, virtudes, gracias a los cuales daréis los frutos más suculentos. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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