Plegaria
IEZALEL : Dios glorificado sobre todas las cosas.
Clamad al Eterno con gritos de alegría, vosotros todos, habitantes de la tierra.
IEZALEL, Dame, Señor, la justa medida de tus virtudes,
de manera que ni mi razón sea el juez absoluto de mis actos,
ni mi imaginación pretenda ser dueña y señora de mi vida.
Haz que mis deseos acepten los mandatos de mi mente
y que la fidelidad,
reine entre las distintas tendencias encerradas en mi ser.
Ayúdame, Señor, a recordar las conquistas morales de mi pasado,
y cuando mi alma se proyecte al mundo,
no permitas que exprese el error y la mentira.
Me has dado facilidad para aprender y convencer
y quiero, Señor IEZALEL, que me alejes de las cosas nimias
y que despiertes mi interés por lo eterno,
a fin de que no puedan salir de mi boca
palabras vanas ni propósitos intranscendentes.
Que pueda ser, Señor, el emisario convincente
de tu eterna verdad.