Pensamiento del domingo 27 de mayo de 2012.
"El domingo de Pentecostés, los cristianos conmemoran la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles bajo la forma de lenguas de fuego. En realidad, esta venida del Espíritu Santo es un acontecimiento simbólico que encontramos, bajo una forma u otra, en todas las religiones. Puesto que se dice que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, podemos creer que es una entidad externa al hombre. Pero en realidad no, el Espíritu Santo, es su Yo superior, es decir, el símbolo de todo lo que es luminoso, poderoso, divino en él. Decir que el hombre recibe el Espíritu Santo significa que su propio espíritu toma posesión de él, su propio espíritu que es su Yo superior. El Yo superior forma parte del hombre, pero no puede todavía descender hasta él para manifestarse en tanto que el hombre no haya eliminado del camino las impurezas que lo obstruyen. El día en que se purificará verdaderamente, en el que alcanzará la verdadera santificación, el Espíritu Santo, su Yo superior, poderoso, luminoso, radiante, descenderá en él para realizar maravillas."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |