Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Arcoiris de Esperanza
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 
 
  Herramientas
 
General: UNA VISIÓN DEL MÉTODO INICIÁTICO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Evaristo  (Mensaje original) Enviado: 18/07/2012 22:23

UNA VISIÓN DEL MÉTODO INICIÁTICO


Cuando emprendemos el Camino y este viaje, adonde nos encaminamos en realidad es hacia nuestro centro, hacia nuestro ser interno, y para ello tenemos que traspasar con nuestra meditación la vulgar, profana, cotidiana, aparente, inmediata y superficial comprensión de las cosas.


Ciertamente no es fácil adquirir esta actitud mental que consiste en intentar permanentemente dilucidar el misterio de lo que nos rodea, porque para ello tendremos que poner en cuestión nuestras más arraigadas maneras de enjuiciar, valorar, comprender y mirar al mundo.

Estamos tan adheridos, acoplados, habituados a él y tan ancladas están estas maneras que ni siquiera sospechamos que estén ahí y que nos están determinando. Esto se debe en gran medida al lenguaje que estructura nuestra forma de expresarnos en cada momento, pero que también ha venido conformando, a lo largo de toda nuestra vida, nuestra manera de pensar y de comprender desde la cual nos expresamos.

Cada palabra tiene un sentido que le viene bien a lo que queremos expresar, pero todas ellas tienen su propia biografía que, al remontarla, nos revela el original motivo humano que le dio nacimiento, es decir, que cuando buscamos sus orígenes es cuando volamos hacia el nuestro.

La hermenéutica no es la manera normal y habitual de abordar las cosas, sino un mirarlas a la cara para ver sus razones, su biografía a través de su huella historiográfica; pero, para ello, es necesario denunciar lo acomodados que nos encontramos en nuestra mundanidad, caídos, diseminados, esparcidos, difuminados, en cada trocito de mundo que consumimos, y llamar también la atención sobre lo escondido que está aquello cuya realidad ignoramos y que constituyen los tan bien guardados Misterios.

En resumidas cuentas lo que quiero decir es que la actitud hermenéutica, iniciática ante las cosas y ante nosotros mismos, consiste en un mirar a "las cosas mismas" para que nos revelen su misterio, su esencia, porque de esta forma descubrimos la estructura de nuestro verdadero ser, nuestras genuinas y profundas intenciones y motivaciones. Pero ¿cómo se mira a "las cosas mismas"? ¿Cómo es la mirada que mira a "las cosas mismas"?

SEGUNDA CUESTIÓN: LOS TRES NIVELES DE INTERPRETACIÓN INICIATICO.

Al igual que la escritura jeroglífica egipcia tenía intencionadamente tres niveles de interpretación, el método inicial, así como todos los elementos que lo componen, también deben ser entendidos como expresándose en tres planos de trabajo íntimamente ligados entre sí:

1. El significado llano e inmediato. 2. El significado simbólico. 3. El significado iniciático.

El primer significado es el de uso cotidiano.

El significado simbólico es el segundo nivel de interpretación.

1. El modelo macrocósmico. 2. El modelo microcósmico. 3. El modelo arquetípico

La función de este segundo nivel de trabajo es:

1. Disponer de un metasistema de referencia que nos permita tener una comprensión coherente del mundo y de nosotros mismos que satisfaga las exigencias representativas de nuestro intelecto y la búsqueda de soluciones a los interrogantes y problemas que plantea la vida.

2. Predisponer nuestro ánimo para la aceptación de los cambios conductuales y actitudinales que nuestra comprensión nos aconseje.

3. Aumentar nuestras capacidades creativas gracias al entrenamiento de nuestro pensamiento analógico.

4. Establecer las estructuras mentales necesarias que permitan el florecimiento de las transmutaciones iniciáticas que se operan en el tercer nivel de trabajo.

5. Facilitarnos una metodología (la hermenéutica) que nos sitúe de manera correcta en la apropiada disposición de nosotros mismos.

El tercer plano de interpretación o de trabajo del método iniciático es propiamente el INICIÁTICO. Todo el propósito del método se resume en conseguir el más radical gobierno de nuestras más auténticas posibilidades de ser: AUTODETERMINACIÓN, AUTORREALIZACIÓN, EL SER HUMANO INVENTÁNDOSE Y CONVIRTIÉNDOSE EN SU MÁS GENUINA ORIGINALIDAD,

LA MÁXIMA EXPRESIÓN DE LA LIBERTAD. Esto conlleva necesariamente la remoción de los complejos, los prejuicios, los apriori, las inclinaciones, la vulgar comprensión de las cosas originada por las habladurías y la consustancial ambigüedad en la que nos sumen estas.

En definitiva, derribar todas aquellas barreras, todos aquellos barrotes que nos tengan prisioneros en una determinada actitud y disposición ante la vida que no por no ser conscientes de ellas nos impiden menos tomar posesión de nuestro SER, antes bien todo lo contrario.

En este nivel de trabajo actuamos con todas nuestras instancias psíquicas, con todas nuestras capacidades. Nuestras áreas intelectiva, afectiva y motivacional son puestas bajo la estrecha supervisión de nuestra consciencia, pero todas están acción. En este nivel ya no se trata solamente de una actividad puramente intelectual como en el anterior nivel en el que el objeto de trabajo era tematizado y manipulado desde la distancia, desde la abstracción. Ahora el objeto de trabajo somos nosotros mismos y nos vemos involucrados con nuestra totalidad. Es la puesta en marcha consciente de nuestra propia recursividad mental levantando un torbellino interior. Pero atención, y esto es lo más importante: no cualquier actividad de nuestro pensamiento, ni cualquier afecto que experimentemos, ni cualquier motivo para ponernos en acción pueden servir para alimentar esta turbina. Es el trabajo iniciático el que nos ayuda a separar el grano de la paja, sutilmente y con gran prudencia, en este erial confuso que es el mundo en que vivimos.

Es evidente que, estos tres niveles de interpretación se dan simultáneamente, oscilando nuestra consciencia de uno a otro o viviéndolos a la vez. La dimensión juega aquí un papel primordial porque saca los elementos simbólicos de un contexto puramente representativo para situarlos en una escena real, en tres dimensiones, lo que permite que resuenen en nuestra psiquis con toda la potencia y eficacia de una vivencia. Pero es importante diferenciar qué es lo verdaderamente iniciático del método iniciático para no confundirlo con lo que solamente es simbólico o llano, porque el análisis hermenéutico cobra auténtica funcionalidad en el orden iniciático que es el trascendente. Por eso hay que destacar y recalcar la dimensión "vivencial", "experiencial" de lo iniciático para distinguirla de lo simplemente teórico aunque sea este nivel teórico el que nos construya la alternativa de la vivencia iniciática y haga las presentaciones.


Extraído de la Enseñanza Universal



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados