Plegaria
REIYEL : Dios pronto a socorrer.
Porque Dios es mi socorro. El Señor es el sostén de mi alma.
REIYEL : ¡Oh Señor que me has elegido a mi
para ser el vehículo de tu Verbo!
Vela para que mi alma conserve la pureza necesaria
a la manifestación de tu pensamiento.
Lava las impurezas,
los atascos interpuestos por mi personalidad mortal,
a fin de que tu corriente no encuentre obstáculos.
Libérame de esos enemigos que pueden suponer un freno
y de esos amigos que me retienen prisionero de los falsos valores.
Procúrame un lugar para meditar
y lléname de celo para propagar lo que mi Ego Superior detecta.
No permitas que con mi conducta traicione
lo que tú me llevas a proclamar en palabras.
Señor REIYEL, alienta en mi el afán de entrega
y permíteme ser dispensador de las virtudes de tu diestra.