Resistencia
En la medida en que permitimos que una experiencia, o experiencias, traumática del pasado se convierta en la vara con la cual medimos nuestras vidas, y/o a nosotros mismos, de alguna manera nos encadenamos al pasado y nos negamos una oportunidad real de cambiar nuestras vidas.
Todo esto porque nos resistimos a modificar nuestras creencias que son las que pueden lograr el cambio en nuestras vidas, y porque adoptamos la percepción de que ese evento que ocurrió en el pasado nos ha "marcado" de alguna manera, y tendemos a definirnos desde lo que experimentamos.
Nos identificamos con eso que nos sucedió, y nos resistimos a cambiar nuestra percepción de los eventos para permitirnos ser libres.
Tal vez se pregunte ¿Qué sucede entonces? Simple, puesto que elegimos ver la vida de esa manera, permanecemos emocionalmente anclados en un punto del pasado y las percepciones que hemos elegido alimentar de ese evento, y en consecuencia tendemos a repetir la misma experiencia una y otra vez.
Pero, ¿Necesariamente tiene que ser así? Eso depende de nuestra elección, la vida se encuentra llena de opciones y oportunidades para aprovecharlas.
Por eso, simplemente al elegir soltar el pasado, y decidir comenzar a vivir el resto de nuestra vida basada en una información diferente, nuestra percepción del mundo que nos rodea se transforma, y en consecuencia nuestra vida también. La palabra clave aquí es "soltar".
Si nos permitimos aprender, cambiar y crecer, por medio de las experiencias que se presentan en nuestras vidas, entonces podremos adoptar una actitud proactiva ante el cambio que nos permita manifestar toda nuestra capacidad para obtener el mayor nivel de bienestar posible.
"Si aceptamos nuestros fallos y no tratamos de negarlos ni de combatirlos, seremos cada vez más fuertes, y nuestros temores, limitaciones y problemas, cada vez más débiles; la ira, la envidia, los temores, los celos y otros sentimientos negativos irán desapareciendo si los aceptamos con serenidad y les perdemos el respeto. Reconozcamos y aceptemos nuestras limitaciones y temores, pero sin identificarnos con ellos, poniéndonos por encima. Por ejemplo, trata de imaginarte libre de envidia, celos o miedos y compórtate así durante unas horas; verás como te sientes mejor".
"La persona que se acepta es porque ha decidido convivir con su propia realidad de una manera completa y sin reservas (sean cuales fueren sus imperfecciones y defectos)" Es consciente de que hay varias cosas que no le gusta, pero también sabe que aceptarse no significa necesariamente gustarse. Es el primer paso para cambiar los aspectos menos positivos de nuestra persona"
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