Pensamiento del viernes 21 de septiembre de 2012. "Cuántas facultades, cuántas cualidades habéis recibido del Creador, pero no sois conscientes porque ignoráis que la mejor manera de desarrollarlas es de ponerlas a su servicio. Por todos estos dones, deberemos un día rendir cuentas. Habéis leído en los Evangelios la parábola de los servidores los cuales, antes de salir de viaje, su amo les confió una cantidad de dinero: al primero le dio cinto talentos, al segundo dos, al tercero uno. Cuando volvió les pidió cuentas. El que había recibido cinco talentos y el que había recibido tres, se preocuparon de hacerlos fructificar, mientras que el que había recibido uno, se contentó en enterrarlo en la tierra. El amo, dice la parábola, lo hizo encarcelar, mientras que los otros fueron recompensados. Lo mismo sucede con las cualidades, los dones, las virtudes que nos han sido dadas: el Cielo nos pedirá un día lo que hemos hecho con ellas, si las hemos enterrado, es decir si no las hemos desarrollado, seremos encarcelados, es decir, que durante un tiempo, nuestro desarrollo quedará limitado. Si las hemos hecho fructificar, no solamente seremos recompensados, sino que recibiremos otras, todavía más preciosas. " Omraam Mikhaël Aïvanhov |