Nota-clave: "Guerrero soy y salgo triunfante de la batalla".
Buenas tardes amigos, y bienvenidos al Festival de Escorpio. En este momento estamos trabajando en el intervalo inferior del ciclo anual. Se establece un paralelo con la fase del ciclo de respiración que sigue con la exhalación, un momento para hacer una pausa después de que la respiración ha sido liberada y antes de que suceda la próxima inhalación y el ciclo de respiración sea reanudado. Entender el flujo de las energías disponibles a través del ciclo anual, y relacionarlo a las cuatro fases del ciclo de la respiración: inhalación / intervalo superior / exhalación / intervalo inferior, nos ayuda a entender la oportunidad creativa de cada fase del ciclo anual. A medida que aprendemos a ver la rueda del zodíaco como una representación de energías, podemos entonces cooperar más concientemente en la recepción y distribución de energías espirituales, que es el propósito principal de estas reuniones mensuales de meditación.
El intervalo inferior del año realmente cubre un período de tres signos: Libra, Escorpio y Sagitario. Es interesante que Escorpio se posicione en la mitad del camino entre dos signos de equilibrio: Libra y Sagitario. Libra marca un punto de equilibrio antes de las extenuantes pruebas y luchas de Escorpio. Después que estas han sido superadas, entonces Sagitario marca otro punto de equilibrio. Porque el arquero en Sagitario tiene que demostrar que ha logrado una postura, ojo y mano firme antes de disparar la flecha, que si es dirigida correctamente, lo llevará a través del portal de la iniciación en Capricornio.
El ciclo completo del zodíaco rige el flujo anual de energía y el ciclo evolutivo del alma. En Escorpio, las pruebas y luchas del discipulado se vuelven “reales y serias”, van directo al punto, como se dice – a la esencia del sentido que el aspirante tiene de sí mismo y su visión de la vida. Estas pruebas son una parte fundamental e inevitable del Sendero espiritual, porque ellas cubren todo el período de las tres primeras iniciaciones. La antigua plegaria, El Gayatri, expresa hermosamente la naturaleza del Sendero, la necesidad de un paso constante y una mirada firme en la meta: “El rostro del verdadero sol espiritual”, aunque ahora sea tenue y distante. Sostengamos esa visión de la Realidad en la mente mientras entonamos El Gayatri, afirmando la experiencia compartida del Sendero y nuestro alineamiento con el grupo mundial de meditadores quienes se reúnen, como nosotros, en grupos grandes y pequeños alrededor del mundo.
Oh Tú, Sustentador del Universo
De Quien todas las cosas proceden
A Quien todas las cosas retornan
Revélanos el rostro del verdadero Sol Espiritual
Oculto por un disco de luz dorada
Para que conozcamos la verdad
Y cumplamos con todo nuestro deber
Mientras nos encaminamos hacia Tus sagrados pies.
Libra, el festival que observamos el mes pasado, es el signo en el que la vida evolucionante es pesada o medida en la balanza. Libra es un signo de equilibrio el cual, si es logrado en un nivel suficientemente elevado, admite al alma dentro del vértice de energías de la experiencia de Escorpio. Escorpio es llamada la gran constelación que influencia el punto de decisión en la vida de la humanidad y del ser humano. Mientras miramos al mundo de hoy, y las severas y demandantes pruebas y luchas que están siendo sobrellevadas por los individuos y por las naciones enteras – pruebas relacionadas con los valores que han regido y las decisiones que deben tomar para lograr un futuro mejor – la importancia de la experiencia de Escorpio tiene un significado profundo para todos nosotros
Escorpio implica tres pruebas que miden la disposición de la personalidad para reorientarse hacia la vida del alma, o para continuar en busca de la identificación de la personalidad con la forma, con el mundo material y los deseos egoístas; demostrar estar listo para la iniciación, o postergar su inevitabilidad por consentir en la separatividad de la vida de la personalidad; demostrar sensibilidad al Plan, o permanecer enfocado en la angosta y auto-centrada mirada en el yo separado
Debería ser obvio para todos nosotros que estas tres pruebas, que abarcan las tres primeras iniciaciones, tienen una gran importancia para el alma. La minuciosidad de la prueba se puede ver en el hecho de que cada una en sí es triple en naturaleza, constituyendo nueve pruebas en total, cubriendo cada aspecto de la vida individual: los planos físico, emocional y mental. Como he mencionado, las pruebas y luchas de Escorpio van directo a la médula, no dejan ningún aspecto de la personalidad sin ser probado o examinado. El equilibrio que fue cuidadosamente establecido en Libra, ahora es perturbado, mientras es probada la calidad del “equipo” del alma, por así decir, en Escorpio.
Específicamente, las nueve pruebas cubren los tres aspectos físicos: sexo, comodidad física y dinero; tres condiciones emocionales: temor, odio y ambición; y tres estados de la mente – de la mente inferior: orgullo, separatividad y crueldad. Si reflexionamos sinceramente sobre estas nueve pruebas, probablemente comenzaremos a sospechar que cada uno de nosotros tiene una larga historia de fracasos en cumplir y pasar estas pruebas. Este reconocimiento no debería derrotarnos. Más bien, nos lleva a la compasión por los fracasos de que somos testigos en nuestros semejantes y una firme determinación para reunir nuestras reservas personales para, eventualmente, ganar la victoria sobre ellas
Pero la victoria no llega solicitándola, llega sólo a través de repetidos esfuerzos y fracasos seguidos de renovados esfuerzos. La historia de los trabajos de Hércules en Escorpio, para matar a la Hidra de nueve cabezas es una metáfora excelente de la experiencia del discípulo en Escorpio. Porque cada vez que él creyó que había eliminado una de las cabezas de la Hidra, esta crecía nuevamente más fuerte y más temible que nunca. Sólo cuando finalmente eleva la Hidra sobre su cabeza, exponiéndola a la luz del día, ésta murió. Sólo con la luz de la mente razonadora, firme y resuelta, a la faz de la realidad, el discípulo gana la victoria sobre la naturaleza inferior.
La dificultad de estas nueve pruebas puede ser vista en los ocasionales lapsos y fracasos aún de los discípulos, porque se ha dicho que hasta lograr la tercera iniciación de la Transfiguración, que es una etapa bastante avanzada del desarrollo espiritual, el discípulo no está libre ni seguro de posibles caídas. El Capítulo IX de Iniciación Humana y Solarexplica esto en detalle. Esta comprensión de que ni aún el iniciado ha adquirido la perfección debería hacernos a todos más misericordiosos en nuestros juicios hacia aquellos que admiramos y respetamos cuando ceden a los deseos y apetitos más bajos y a las cristalizaciones mentales.
En Escorpio, el buscador espiritual se sume en las profundidades de la bien conocida trivialidad: “Por la gracia de Dios, allá voy”. Cada uno de nosotros ha recorrido el conocido terreno de las nueve pruebas, o lo recorrerá en el futuro. Este reconocimiento despierta la memoria, que es una poderosa fuerza creativa en la vida del discípulo. Lo que se retiene del pasado, el legado de la experiencia que hemos acumulado, es almacenado en nuestra memoria, en esencia pero no en detalle. La memoria es tramposa, ya que lo que recordamos no es necesariamente igual a la Verdad; esto es lo esencial de la historia japonesa “Rashomon”. La memoria puede ser selectiva y puede ser altamente creativa, lo que la convierte tanto en un recurso como en una desventaja para el alma. Este es un tema para el individuo y también para toda la sociedad, cuando se preservan y se adhieren a una memoria colectiva que pudiera retroceder siglos atrás.
La suma total de nuestra memoria es denominada el Morador en el Umbral, en el sentido de todas las características de la personalidad que permanecen sin conquistar – todo lo que impide el cumplimiento del propósito del alma. Este pasado no reconocido, personificado en el Morador, en algún momento ha de enfrentarse con lo que podría llamarse nuestro futuro potencial, pero hasta ahora incomprendido, Ser Superior, el Ángel de la Presencia. “Entonces algo hay que hacerse.Eventualmente la luz del yo personal disminuye y decae ante la llamarada de gloria que emana del Ángel, y la gloria mayor oscurece a la menor. Sin embargo, esto sólo es posible cuando la personalidad entra ansiosamente en relación con el Ángel, se reconoce como el Morador y, como discípulo, empieza la batalla entre los pares de opuestos, iniciándose las pruebas en Escorpio.”.
La buena disposición a la batalla reside en el corazón del discipulado y la nota clave de Escorpio, el signo del discipulado, es: “Guerrero soy y de la batalla emerjo triunfante”. El Sendero espiritual, como campo de batalla, es el tema del Bhagavad-Gita, uno de los textos esenciales para el discípulo serio. Alice Bailey escribió que “El Bhagavad-Gita puede ser leído enteramente desde el punto de vista de la batalla del discípulo con el espejismo y a los estudiantes se les aconseja estudiarlo”. La historia se centra en Arjuna, el representante de todos los aspirantes espirituales, quien observa consternado el campo de batalla en el que se habían implicado los miembros más cercanos de su familia, creando profundas divisiones entre ambos lados de la familia. Pero Krishna no le permitiría hacerse a un lado. “Nada es mejor para un guerrero que una batalla justa”.
Esta necesidad de batallar está profundamente inserta en la misma sustancia de nuestro planeta, e incluso de nuestro sistema solar según Un Tratado sobre Fuego Cósmico, lo cual constituye un profundo misterio. De alguna manera, la armonía que asociamos con la paz y que se expresa a sí misma como belleza y poder creativo, se gana a través de la batalla, a través de la tensión y el esfuerzo. El otro día escuché una entrevista en NPR con elescritor y activo pacifista Israelí, Amos Oz, mientras hablaba del conflicto Israelí-Palestino. Él nació en Jerusalén hace 70 años y era un jovencito cuando se fundó el estado israelí, así es que tiene una completa visión del conflicto; y, aún así, permanece optimista acerca de los resultados pacíficos. La razón, dice él, es que ambos lados están llegando rápidamente al agotamiento, y es bueno porque preparará el camino hacia la paz. No quiere decir esto que súbitamente todos unirán sus manos en amistad pero, debido al agotamiento, llegarán a desear, a aspirar a una solución de la batalla, en una especie de coexistencia pacífica.
La visión de Amos Oz parece hacer eco de lo que dijo el Tibetano en Los Rayos y las Iniciaciones acerca del cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto, que es una poderosa fuerza condicionante en Escorpio y el rayo que rige a la humanidad como un todo. Como tal, el cuarto rayo es un factor controlador en las relaciones humanas. Se nos dice que el Principio de Conflicto actúa como el agente del Principio de Armonía al producir la tensión que nos llevará a la renuncia y, finalmente, a la liberación. El conflicto en el mundo, dice El Tibetano, “es actualmente tan agudo, que finalmente se agotará a sí mismo y los hombres se dirigirán, con alivio y anhelo de evadir otro desorden, hacia las rectas relaciones humanas; esto constituirá la primera y mayor decisión humana que conducirá a la tan anhelada armonía. La actitud de las masas tenderá entonces exactamente hacia la armonía, debido al trabajo de los hombres y mujeres de buena voluntad, cuando complementen la "afluencia del amor de Dios a los corazones de las hombres".
Estas palabras de la Gran Invocación, con la que cerramos cada meditación, describen el canal que el conflicto, correctamente manejado, crea para que el amor sea vertido. El cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto actúa a través del corazón – el punto focal a través del cual puede fluir la energía del amor. El Tibetano dice: “Cuando Cristo establezca Su punto focal en la Tierra, será por naturaleza un pequeño centro cardíaco a través del cual podrá afluir persistentemente la energía del amor de la Jerarquía. La armonía (producida por el Principio de Conflicto) causará un alineamiento, de manera que el amor -afluyendo desde el Corazón de Dios- penetrará en los corazones de los hombres; la Jerarquía (centro cardíaco o lugar donde el amor prevalece en nuestro planeta) entrará en relación con la humanidad, y el nuevo grupo de servidores del mundo (complementando el amor de Dios e iluminado por la Mente de Dios) entrará también en relación con los hombres y mujeres de buena voluntad de todos los países, cuya tarea es hacer que los corazones de los hombres respondan al amor de Dios y sean receptivos a ese amor”.
Este es el resultado por el que todos debemos trabajar en la presente crisis mundial. La experiencia de Escorpio obliga al discípulo a enfrentar un punto de decisión, una encrucijada espiritual que prueba cada valor, cada suposición, cada trozo de “sabiduría aceptada” que lo ha regido. Esto aplica al discípulo individual y al discípulo mundial, la humanidad. El mundo ha traído hoy a la humanidad a una encrucijada donde se enfrenta a una decisión: si va a elegir permanecer sumergido en el egoísta materialismo o, si, acaso, va a escoger el sendero de la liberación dentro del reino de los valores espirituales. Esta decisión que ahora confronta a la humanidad debe ser tomada en perfecta libertad, por individuos, grupos y todas las naciones, al escoger libremente el camino que consideran correcto. Esto fue afirmado por El Tibetano cuando dijo que la mayor batalla en el mundo hoy en día es librada por la libertad el ciudadano promedio para pensar por sí mismos y llegar a sus propias decisiones y conclusiones. Podemos ver esto llevándosea cabo en la lucha enfurecida por la libertad en el Medio Oriente. ¿Cómo podemos nosotros, viviendo a una distancia tan segura del conflicto, ayudar a quienes luchan por su libertad, a pensar y planificar por sí mismos y a resolver sus propios destinos a la luz de su alma?
La Gran Invocación es un poderoso medio para inspirar y reorientar la conciencia humana. Como escribió El Tibetano, “Si la Gran Invocación hubiera sido correctamente empleada, se hubiese reorientado la conciencia de la humanidad, estabilizado a los hombres en el ser espiritual, destruida y reconstruida la forma mental planetaria creada por los hombres en el pasado, lo cual produjo y está produciendo resultados desastrosos y catastróficos, y se hubiera abierto la puerta a la nueva era, introduciendo una nueva y mejor civilización. Esto podría realizarse tan rápidamente que los cambios necesarios se producirían casi de la noche a la mañana… y la raza de los hombres podría estabilizarse para llevar una vida de buena voluntad grupal, inofensividad individual y rectas relaciones humanas”.
Trabajemos ahora en la meditación con esta meta sostenida claramente en la mente, trabajando con el pensamiento simiente de Escorpio, “Guerrero soy, y de la batalla surjo triunfante”.
FESTIVAL DE ESCORPIO
Nueva York, 10 de Noviembre de 2011
Sarah Mckechnie