. 1 kg de almejas
· 2 cucharadas de aceite de oliva
· 150 g de cebolla
· ¼ l de agua
· 2 dientes de ajo medianos
· 2 tomates maduros medianos
· 1 hoja de laurel
Para la salsa
· 1 l de vino blanco
· 1 cucharada de harina
· 2 ramitas de perejil picado
· ½ guindilla
· 1 cucharilla de azafrán (colorante)
Lavamos bien las almejas en un cacharro con agua fría y abundante sal durante ½ hora más o menos antes de cocinarlas.
Una
vez lavadas, las ponemos al fuego con el ¼ l de agua y el vino. Una vez
se hayan abierto, las retiramos del caldo y lo colamos, de tal manera
que estemos seguros de que no contiene arena, y lo reservamos.
Ahora
preparamos la salsa. Picamos la cebolla, el ajo, el perejil, y el
tomate (pelado y sin pepitas). En una sartén, freímos el ajo con el
aceite y añadimos la cebolla para que se rehogue. No debe tomar color
así que lo haremos a fuego lento y removiéndola de vez en cuando.
Añadimos
la harina y le damos unas vueltas. Incorporamos el tomate, removemos y
lo dejamos cocer unos 5 minutos, siempre a fuego lento.
Entonces,
vertemos el caldo colado de las almejas, la guindilla, el laurel, la
sal y el azafrán. Lo dejamos cocer unos 10 minutos y espolvoreamos el
perejil picado.
Por último, agregamos a la salsa las almejas, damos un calentón y servimos.