"Evidentemente a todos nos gustaría vivir rodeados de personas que nos respeten, nos aprecien y nos quieran. Pues bien, esto no es posible. Y es inútil quejarse de que el mundo es malvado, que el Cielo es cruel y que no existe ningún tipo de justicia. Si fuéramos a consultar al Señor para conocer sus proyectos, nos respondería que debemos considerar estas pruebas como ejercicios, o como un test para que podamos ver de qué somos capaces. Porque todavía no nos conocemos bien y debemos descubrir todos los recursos que están en nosotros y que poseemos sin ser conscientes de ello. La verdadera alquimia espiritual está en transformar el mal que nos han hecho. Esta piedra filosofal que los alquimistas intentan obtener, es todavía más importante realizarla en nuestra alma y en nuestro corazón gracias a la unión de la sabiduría y del amor, que transforma toda materia vil en oro y en piedras preciosas. "