Pensamiento del lunes 22 de julio de 2013.
"En el nombre de Dios, Iod,
He,Vav, He las dos primeras letras representan los dos grandes principios
cósmicos, los principios masculino y femenino que han creado el universo. Y
mirad cuán expresiva es su forma: He es como un receptáculo, una copa,
pero invertida, e Iod que es la letra más pequeña del alfabeto hebraico,
se parece a un punto, o incluso más exactamente a un germen, que es el
elemento primero de cada ser vivo. Al principio, está Iod. Igualmente, al
principio, está el punto. El punto no tiene dimensión y es casi
imposible definirlo; pero, al moverse, el punto engendra la línea, y
la línea al moverse engendra la superficie, después la superficie al
moverse engendra el volumen, es decir, el espacio en tres dimensiones. Línea,
superficie, volumen, todos han nacido de un movimiento del punto. Ahora bien,
si a partir del punto que la ha engendrado imprimís a una línea recta un
movimiento giratorio alrededor de ese punto, obtendréis un círculo. El
círculo y su radio representan la unión de la línea recta y de la
línea curva. El punto es pues el generador de todas las figuras, y
el punto en el círculo simboliza el espíritu cósmico que anima la materia
del universo. Esto es lo que quieren significar los cabalistas cuando
inscriben Iod, el espíritu, en He, la materia."
Omraam Mikhaël
Aïvanhov
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