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General: EL VIAJE A ORIENTE (13)
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Evaristo  (Mensaje original) Enviado: 01/12/2013 14:32


EL VIAJE A ORIENTE

 Hermann Hesse

Continuación... (13)

 

“Y aunque me hubiese equivocado al suponer que todos sintiéramos así y me hubiese engañado a destiempo acerca de mis propias impresiones y de mis íntimas experiencias y atribuido por error a aquellos días muchas cosas que en realidad no se produjeron sino mucho después, subsiste al menos la extraña historia del saqueo de Leo.(1) Pues fue, de cierto, prescindiendo de toda predisposición personal, algo extraño, fantástico y terriblemente angustioso: luego de aquella jornada en el desfiladero de Morbio, mientras efectuábamos activas pesquisas, comprobamos, uno tras otro, en nuestros equipajes, la desaparición de algún objeto importante, de algo indispensable, que no pudimos recobrar, y a cada desaparición se verificaba  que lo perdido debía haberse ido en la valija de Leo, quien pese a que, como todos, no llevaba a la espalda sino la habitual mochila, una sola entre otras treinta, parecía en esa única, entonces desaparecida, haber colocado todas las cosas verdaderamente importantes que llevábamos para nuestro viaje(2)

 

“Y aunque es debilidad humana muy conocida que, cuando perdemos un objeto, nos parezca exageradamente valioso y más indispensable que cuantos conservamos, y aunque en realidad más de uno de esos objetos cuya pérdida en el desfiladero del Morbio nos conmovió tanto haya reaparecido después y era menos indispensable que cuanto se creyó, lo desdichadamente cierto es que debimos comprobar entonces, con la más justificada inquietud, la desaparición de toda una serie de cosas de la mayor importancia.

 

“Hubo, además, algo extraño e inquietante: los objetos desaparecidos – poco importa reaparecieran o no después – se hallaban clasificados según cierto orden de importancia, y los reencontramos poco a poco, en nuestras reservas; los mismos que tanto habíamos echado de menos y cuyo valor tanto habíamos exagerado. (3) Sí, preciso es decir, desde ahora, este hecho singular, totalmente inexplicable, nos pareció, en el curso del viaje, para gran confusión nuestra, que todo lo perdido; objetos preciosos, mapas y documentos, en manera alguna eran indispensables; hasta pareció que cada uno hubiera violentado su imaginación para persuadirse de haber experimentado irreparables pérdidas; que habíamos tomado y lamentado demasiado en serio la desaparición de lo que parecía más importante: uno, los pasaportes; otro, los mapas del país; una carta de presentación para el Califa; uno, esto; otro, aquello. Y finalmente, a medida que los objetos fueron reapareciendo, lo que se creyó perdido no lo estaba o no interesaba.(4)

 

“Una sola cosa realmente preciosa no fue hallada: un documento de incalculable valor, absolutamente esencial e indispensable, efectiva y definitivamente perdido. (5) Pero entonces saber si tal documento desaparecido, al mismo tiempo que Leo, estaba en verdad en nuestro equipaje, suscitó las más contradictorias opiniones. Si había unanimidad en cuanto a su gran valor y al carácter irreparable de su pérdida, sólo algunos, entre los que me contaba, nos arriesgamos a afirmar que no lo habíamos llevado para el viaje. Uno aseguraba que teníamos algo parecido en la mochila de Leo, pero que no era de ningún modo el original, sino una copia, naturalmente; otro creía poder jurar que nunca se había pensado en llevar ni el documento ni copia alguna; y , además, que llevarlo hubiese atentado contra el espíritu de nuestro viaje. Ardorosas discusiones hubo, y resultó que el sitio en que estaba depositado el original (poco importa que hubiésemos poseído y perdido la copia) era motivo de múltiples opiniones contradictorias(6)

 

El documento, sostenían unos, había sido confiado al gobierno de Kyffhauser” (7). “No, decían otros, está guardado en la urna de las cenizas del Maestro”, “No tiene sentido, replicaban; la Carta de la Orden, escrita por el Maestro en caracteres primitivos sólo por él conocidos, se quemó por su orden junto con su cadáver,(8) y todo a su respecto carecía de importancia, puesto que, muerto el Maestro, nadie habría sido capaz de descifrarla (9); por el contrario, era absolutamente indispensable establecer dónde se encontraban las cuatro (otros decían diez) traducciones de la Carta original, hechas en vida del Maestro y bajo su dirección” (10).

 

Había habido, decían, una traducción china, una griega, una hebrea y otra latina, depositadas en cuatro capitales antiguas.(11) Otras afirmaciones, otras noticias aparecían; unos se aferraban obstinados a sus puntos de vista, otros se dejaban convencer por tal o cual argumento adversario y, a poco, para abandonar bien pronto su nueva opinión. Pronto, desde entonces, no hubo en nuestra comunidad ni concordia ni certidumbre, aunque la magna idea nos mantuviera unidos.

 

 

 

 

(Continuará...)

 

CLAVES MÁGICAS:

  1. “subsiste al menos la extraña historia del saqueo de Leo”. Este es el momento en la narración esotérica en la cual se desata la crisis espiritual. El Superior de la Orden se retira del contacto exotérico con los miembros de la Orden, y entonces estos son probados en su intención. Uno de los grandes problemas que deben enfrentar los aspirantes a Discípulos, es la fijación en la autoridad que está al frente de una organización esotérica. Todo Jefe, todo superior, todo Imperator, todo Gran Maestro, son solamente “dedos que señalan la Luna”, como reza un viejo adagio Chino. Nuestra personalidad imperfecta nos hace fijar la atención en el dedo, y no en la dirección a la que señala el dedo. El Jefe LEO se va sorpresivamente, sin dar explicaciones a nadie. ¿Por qué debería dar explicaciones el Superior de la Orden, que responde a intereses de Planos más altos? Él hace su trabajo y deja a sus aspirantes a Discípulos, que sientan el impacto de su no presencia. El contacto con una gran personalidad nos hace evolucionar. Pero no podemos depender de estar al lado de esa personalidad toda la vida. El objetivo del aprendizaje es poner en práctica el aprendizaje. Y realizar modificaciones internas que desarrollen nuestra concepción del mundo, y por lo tanto, nuestra comprensión de las leyes que lo gobiernan. En su absoluta incomprensión, los miembros de la Orden creían que el servidor LEO había hurtado los importantes tesoros de la Orden, y las valiosas pertenencias de cada uno de los miembros que lo acompañaban.
  2. “parecía en esa única, entonces desaparecida, haber colocado todas las cosas verdaderamente importantes que llevábamos para nuestro viaje”. Todos los miembros de la Orden que quedaron de pronto sin Jefe, sin Superior, sin Guía, pensaban que en la mochila del servidor Leo estaban todos los objetos personales aparentemente perdidos, que habrían sido sustraídos por el servidor Leo. En realidad, lo que sucedió fue una transferencia sicológica. Eckartshausen nos dice una y mil veces que debemos prestar atención al ESPÍRITU y no a la LETRA. Estos seguidores de la Orden cayeron en la trampa de la Letra, y olvidaron el Espíritu. Los objetos aparentemente perdidos son la Letra de la Orden; Leo es el Espíritu. Cuando se dice simbólicamente que los miembros del Viaje a Oriente perdieron sus más valiosas posesiones, y creyeron que Leo se las había llevado, esto quiere dar a entender cuan profundamente depositamos nuestra confianza en un líder, en un guía, y nos olvidamos de nuestras propias fuerzas, creyendo que la verdad estaba en el guía, en el líder, olvidando que la verdad está dentro de cada uno de nosotros.
  3. “los objetos desaparecidos… los reencontramos poco a poco, en nuestras reservas; los mismos que tanto habíamos echado de menos y cuyo valor tanto habíamos exagerado.” Luego de la crisis por la desaparición del líder, comienza a trabajar internamente el conocimiento adquirido, y el reencuentro con los objetos perdidos simboliza la paulatina comprensión de los poderes internos, y la progresiva maduración de los procesos emocionales y mentales del aspirante a Discípulo.
  4. “lo que se creyó perdido no lo estaba o no interesaba”. Cuando el proceso interior de madurez emocional da lugar al proceso superior de madurez espiritual, los miembros del Viaje a Oriente se dan cuenta que el conocimiento que pensaban perdido por la ida de su Jefe, lo tenían dentro, y que este conocimiento no había sido perdido, en consecuencia, era un conocimiento recuperado. Es la idea platónica que nos dice que conocer es recordar. Los miembros de la Orden, comienzan a recordar, a partir de la crisis espiritual provocada por la partida del Jefe. Aquí tenemos mucho material para meditar en qué sucede con las Órdenes y Fraternidades luego de la desaparición física de sus Iniciadores. Sorpresa, desesperación, dudas, falta de ánimo, son apenas unas pocas de las emociones negativas que asaltan a los estudiantes. Muchos dejan el sendero, abandonan su propio Viaje a Oriente y vuelven al materialismo. Pero siempre habrá unos pocos que redescubren al Maestro que se ha ido, en las enseñanzas que han quedado, en los Rituales y Ceremonias, y vuelven a recrearlo en su interior. Ellos son los que regresan a la Fuente, aun cuando el Maestro ya no está más físicamente entre nosotros.
  5. “Una sola cosa realmente preciosa no fue hallada: un documento de incalculable valor, absolutamente esencial e indispensable, efectiva y definitivamente perdido.” Las frases siguientes de esta maravillosa obra en clave no deben pasarse por alto. El documento de incalculable valor es la “Tradición Oculta”, el cuerpo de doctrinas mistéricas que se han traslado de lugar en lugar, y que se han proyectado en el tiempo, a través de muchas organizaciones esotéricas. Es lo que Eckartshausen denominó DISCIPLINA ARCANII y que en otras organizaciones se llama ARCANA ARCANORUM. Es el Conocimiento que está perdido, y siempre seguirá perdido…¡PARA QUIENES NO LO BUSCAN!
  6. “el sitio en que estaba depositado el original (poco importa que hubiésemos poseído y perdido la copia) era motivo de múltiples opiniones contradictorias”. Se trata de la visión histórica de la Tradición Primordial. Los materialistas buscan infatigablemente aquello que nunca encontrarán, pues en su necedad y torpeza, equivalen a naturalistas que estudiando la Naturaleza, quisieran y supusieran que pueden encontrar dónde nace o dónde termina un Arco Iris. Lo mismo sucede con la fuente del conocimiento esotérico. Las múltiples opiniones contradictorias provienen de historiadores o de intentos de estudiantes esotéricos, por conocer la “Letra del Espíritu”. El “Documento Original” es la filiación esotérica ininterrumpida que proviene de lo Invisible y se manifiesta en lo Visible. La “Copia del Original” es y será siempre la pobre traducción mediante la intuición y la inspiración, de las doctrinas esotéricas que el hombre no puede entender ni comprender, pero que están a disposición de los estudiantes esotéricos, para que puedan descubrirlas nuevamente, mediante la meditación.
  7. “El documento, sostenían unos, había sido confiado al gobierno de Kyffhauser.” Kyffhauser es una doble línea de colinas en Turingia, Alemania. En el norte se encuentra un antiguo castillo : el de Kyffhauser. Este fue construido en el Siglo X, y fue la residencia de los emperadores Flohenstaufen siendo destruido en el Siglo XVI. Según la leyenda, el Santo Emperador Romano Federico I Barbarroja (1122-1190) se durmió en una caverna de esa pequeña montaña, esperando el momento para poder salir y restaurar la grandeza de Alemania. Este Emperador había ido a las Cruzadas junto con Ricardo Corazón de León, pero falleció ahogado al cruzar un río en Turquía.
  8. la Carta de la Orden, escrita por el Maestro en caracteres primitivos sólo por él conocidos, se quemó por su orden junto con su cadáver”. La “Carta de la Orden” es el Manifiesto Constitutivo o Carta Patente por la que se da fe del nacimiento de una Orden Esotérica. Que fue “escrita por el Maestro” implica que es un manifiesto proveniente de una personalidad con gran autoridad espiritual. Los “caracteres primitivos solo por él conocidos” son los jeroglíficos, o símbolos cuyo significado real sólo lo conoce el Maestro que ha cumplido en manifestar la materialización de una Orden. Mientras el Maestro vive físicamente, los símbolos tienen su razón de ser como una transmisión viva del conocimiento. Cuando el Maestro muere en el plano físico, los símbolos ya no están vivos. Son ahora jeroglíficos que deberán ser descifrados por los continuadores que posean las Claves que les fueran legadas por el Maestro directamente, o por los Iniciados del Maestro. La idea de que esta Carta “fue quemada junto con su cuerpo”, representa la fugacidad de los símbolos materiales, y la perennidad del espíritu que anida en ellos. En muchas ceremonias esotéricas se acostumbra quemar un “Testamento Filosófico”, que físicamente queda reducido a cenizas, pero cuyo significado profundo, queda impreso en el Plano de lo Invisible.
  9. “muerto el Maestro, nadie habría sido capaz de descifrarla”. Esta aparente contradicción – pues los discípulos del Maestro deberían poder descifrar la Carta de la Orden – significa que el camino de todo místico, de todo esoterista, de todo iniciado, es siempre individual. Que a pesar de seguir un método grupal  afiliándose a Órdenes y Fraternidades, y participar de ceremonias y rituales grupales, el desarrollo y la comprensión es siempre un resultado individual. Nadie puede vivir por otro. Las experiencias nunca pueden ser transmitidas, sino que deben ser vividas y experimentadas en uno mismo. Otra forma de decirlo, es que la Carta del Maestro es la Sabiduría del Maestro, incomunicable, pues pertenece al Maestro.
  10. “era absolutamente indispensable establecer dónde se encontraban las cuatro (otros decían diez) traducciones de la Carta original, hechas en vida del Maestro y bajo su dirección”. Continuando con la exégesis de estos conceptos de transmisión del conocimiento esotérico, cuando se habla de las “traducciones de la Carta original”, se trata del conocimiento transmitido a grupos ultra secretos o ultra reservados, donde se depositó el método para comprender el Conocimiento esotérico. Que estas traducciones fueran hechas “en vida del Maestro y bajo su dirección”, es un indicador de transmisión de filiaciones Iniciáticas vivas. El número cuatro y el número diez como cantidad de lugares donde se habría depositado la Tradición, aunque aparenten ser cantidades muy distintas, tienen el común denominador de la Tetraktys Pitagórica. Sabido por todo esoterista que la suma de los cuatro primeros números da diez (1+2+3+4=10); eliminándose la contradicción aparente.
  11. “Había habido, decían, una traducción china, una griega, una hebrea y otra latina, depositadas en cuatro capitales antiguas.” Se nos revela el origen de la filosofía esotérica de la Orden del Viaje a Oriente. Tres Tradiciones Occidentales y una Tradición oriental. Así es que tenemos la Tradición Helenística, la Cábala Hebrea y la Cábala Cristiana por un lado, y la Tradición China por el otro, con sus notables pensadores. Cuando se dice que copia de la Carta del Maestro fue “depositada” en estos lugares, debemos entender que con seguridad encontraremos la Tradición Primordial al estudiar las fuentes del esoterismo clásico en cada una de ellas. Recuerden que esta enunciación no es taxativa, pues aunque se mencionan cuatro lugares donde el Conocimiento fue depositado, también se habla de “diez lugares” donde el Conocimiento fue depositado. Si vamos más allá en el entendimiento metafísico del número cuatro y del número diez, llegaremos a la conclusión de lo que simbólicamente quiere expresarnos con esta frase: que el Conocimiento está EN TODO EL MUNDO. Pues cuatro son los puntos cardinales, queriendo decir que la Tradición está en cada parte del mundo. Y el diez es la culminación que vuelve por suma teosófica al principio.



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