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AUNQUE APARENTAN ser fuertes, las uñas son muy sensibles y resultan afectadas ante cualquier cambio en el organismo y también ante los cambios ambientales; sobre todo las de las manos que por estar expuestas y manipular muchos objetos, se llenan de impurezas y es necesario lavarlas frecuentemente, para lo cual se emplean jabones u otras sustancias limpiadoras. No siempre se lleva a mano un jabón neutral que no resulte agresivo, en la mayoría de los casos, lo más natural es utilizar cualquier jabón sólido o líquido que se encuentra en algún dispensador, ya sea en el trabajo, en el centro comercial o en los restaurantes.
Pero no solamente los agentes externos las afectan, sino también los cambios internos ya sean a nivel físico o a nivel psíquico. A continuación le presentamos algunas condiciones de las uñas y sus posibles causas:
Líneas horizontales: son bastante comunes, a veces indican infecciones causadas por hongos o también pueden deberse a problemas hormonales, arteriales o de mala nutrición. Otra de las causas posibles es el exceso de calcio.
Líneas rojizas verticales: no aparecen a menudo, pueden deberse a una condición reumática o a presión alta.
Apariencia quebradiza: la uña parece un mosaico. Lo más probable es que esté afectada por psoriasis u hongos. La depresión pudieran ser otra de las causas.
Decoloraciones: señalan la presencia de hongos.
Uñas gruesas: también se deben a hongos.
Uñas blancas: pudiera ser que el hígado no esté funcionando correctamente.
Uñas amarillentas y gruesas: posiblemente los pulmones no están saludables.
Uñas hundidas: son aquellas que son muy suaves y se hunden, pueden deberse a falta de hierro.
Uñas partidas: es señal de una carencia de minerales en su organismo.
Manchas amarillas: se deben a factores externos, como un esmalte que manche o la nicotina del tabaco.
• Exfoliar: es el primer paso luego de retirar todo resto de esmalte. Mezclar sal de cocina, unas gotitas de limón y un poquito de aceite. Masajear las uñas con esta mezcla. El color natural se uniformiza y se pulen las uñas.
• Nutrir: resulta efectivo introducir las uñas en leche entera (ya que tiene elementos nutritivos y grasos) tibia, por unos cinco minutos. Las uñas absorberán los nutrientes y, además, las cutículas se ablandan.
• Despejar: con un palito de naranja empuje la cutícula hacia atrás. Es mejor no cortarla, de lo contrario se estimula su crecimiento y está más propensa a contraer infecciones.
• Humectar: utilizar aceite de oliva, de glicerina o una cápsula de vitamina E sobre las uñas, tiene un efecto beneficioso. Además de fortalecerlas las mantienen flexibles y no rígidas, evitando que se rompan.



SI ALGUIEN TIENE MAS INFORMACION AL RESPECTO SERIA INTERESANTE QUE LA ANEXARA A ESTE MENSAJE


A CUIDAR DE NUESTRAS UÑAS Y A PRESTARLE ATENCION A LO QUE VEMOS EN ELLAS Y COMO LUCEN, PUEDEN SER LA CLAVE DE DIAGNOSTICO PARA EVITAR COMPLICACIONES DE SALUD

SALUDOS
MARYTZA