Cuidarse por fuera es importante, pero es mucho más importante cuidarse por dentro. Sigo con interés desde hace tiempo la polémica sobre los supuestos riesgos de ciertos componentes del plástico, sobre todo del Bisfenol A, un componente presente en varios tipos de plásticos de uso común.
El supuesto problema de ésta sustancia es que podría alterar el equilibrio hormonal del cuerpo ya que nuestro organismo lo confunde con nuestros estrógenos naturales, pudiendo afectar a la fertilidad y crear incluso anormalidades en el desarrollo de los fetos...
La verdad es utilizamos plástico para todo, nos facilita mucho la vida y el hecho de que hayan salido a la luz éstos estudios no significa que dejemos de usarlos… pero sí que intentemos evitar ciertas costumbres muy comunes para disminuir el riesgo de exposición al Bisfenol (al menos hasta que más países sigan el ejemplo de Canadá y prohíban éste componente):
1. No reutilizar botellas de agua: ¡Todos lo hemos hecho! tanto en casa como fuera (la típica botellita de agua del trabajo o en el bolso) y siempre pensamos que la advertencia del fabricante “No rellenar” es para que no pierdan dinero… bueno, en parte si lo es, pero sobre todo es por salud ya que el plástico, cuanto más se usa y sobre todo cuanto más expuesto está a temperaturas altas, más se degrada, de modo que las sustancias tóxicas que lo componen se van filtrando poco a poco al agua… ¡así que nada de usarla una y otra vez!
2. No calentar comida en los Tupper Ware: Puede que podamos hacerlo si son de muy buena calidad (los de la marca original, por ejemplo) pero para evitar riesgos, es mejor no calentar nuestra comida en el microondas dentro del Tupper. Las razones son las mismas que con las botellas, el calor acelera el traspaso de sustancias.
3. Cuidado con el recubrimiento de las latas: Tanto las latas de bebida como las de comida, tienen una fina capa de recubrimiento plástico en el interior (para evitar que el aluminio se degrade) y es muy fácil que sin querer acabe en nuestra comida o bebida al manipular la lata… ¡cuidado con los tenedores!
4. Usar más el vidrio y al acero inoxidable: Al final, los envases de toda la vida son los más seguros, por algo han estado presentes en nuestras cocinas toda la vida. Son resistentes al calor, no desprenden sustancias, duran una eternidad y no dejan un sabor extraño en las bebidas o comidas. Particularmente soy fan absoluta de las botellas de acerco inoxidable que vende la marca 'Klean Kanteen', famosísima en Estados Unidos. Las hay de todos los tamaños, colores y capacidades. Incluso cuidan hasta a los más pequeñitos con su línea de biberones. Ésta o cualquier otra marca de botellas de acero inoxidable es un buenísima opción a las botellas de plástico, tanto dentro como fuera de casa.
Con estos pequeños gestos que no cuestan tanto, podemos cuidar un poco más de nuestra salud... ¡Sin llegar a la paranoia! ¿Qué opináis de éste tema?