"¿Por que, Isaac? ¿Por que, hermano? ¿Que hice mal para que me borraras de tu familia? Acaso... ¿He decepcionado a nuestro padre?"
No entendía el propósito de mi hermano... Pero cuando me entere de que el desgraciado de Sylar había tomado el lugar de nuestro fallecido padre, lo comprendí. Isaac se había negado a tomar el mando de nuestra familia, el mismo lo había dicho a nuestro padre, cuando el aun continuaba con vida. Y yo, como iluso, espere a que hablara conmigo para poder darme la "gran" noticia de que era el siguiente líder. Sin embargo, nunca llego aquel día. Y Sylar fue el mas beneficiado.
¿Por que? ¿Por que ese idiota tuvo que llevarse toda la gloria que a mi me pertenecía por derecho? Madre murmuraba continuamente que en mis ojos no veía mas que odio a los humanos, a los sapphires. A todo.Sus amigas se asustaban con solo verme y ella siempre rogó que escondiera el extraño color rojizo de mis ojos cuando debía ir a reuniones especiales de la familia.
"Tu mirar trae a la muerte, el miedo y la desesperación. No veas a ningún persona, evita la mirada ajena" Indicaba madre y padre.
La mayoría de mi familia prestaba mas atención a Isaac, Sylar y pronto estarían mas pendientes de mis dos siguientes hermanas pequeñas. Era la oveja negra. Madre y padre no me miraban con ojos fraternos, propios de un progenitor... Me sentía como un extraño. Un personaje ajeno que ha invadido la casa Chevalier. Y cuando madre y padre discutían, no entendía sus palabras cuando era un infante, mas, cuando comencé a ser mas consiente de la crueldad de este mundo, pude descifrar que no era un Chevalier.
Fui un vampiro adoptado por esta familia, no era un hijo legitimo. Por fin comprendí los susurro de las demás personas al llamarme "Bastardo". Por fin comprendí el por que mi padre nunca quiso que yo tomara el mando de la familia, pues en mi cuerpo, no había sangre Chevalier. Lo odie. Me sentí solo en una habitación repleta de personas. Encontré explicación para todo. Del por que mi mirada era diferente a la de mis hermanos y por que mis facciones lo eran de igual manera.
Recuerdo el día en que escape de casa, pues ya no soportaba mas la incertidumbre. No me importaba que se preocuparan por mi, de hecho, dudaba que lo hicieran. Seria entonces cuando me encontraría a aquel hombre que le debo todo, aquel sujeto que me enseño a ser lo que soy. Un asesino. Ese hombre, sin explicación alguna, me acogió a su manera, dispuesto a enseñarme todo lo que debía hacer. Tener su legado. Nunca me dijo su nombre... Pues, según el, era lo que menos importaba para un asesino. Me enseño a manejar cuchillos, espadas y cualquier otra arma de filo. Aprendí a mimetizarme con las sombras y a la larga, utilizar magia para perfeccionar mis habilidades.
"No debes tener piedad por nadie. No confíes en nadie. Solo en ti y en tu katana."
Probablemente fueron por aquellas palabras por las cuales acabe por aniquilar a mi maestro, robandole su katana. Después de todo, ya no hallaba enseñanza nueva que me pudiera dar. Todo era simplemente monótono y me consideraba lo suficientemente independiente como para manejar mis asuntos por mi cuenta. Tras regresar a mi hogar, nada habia cambiado y tal parece que no se preocuparon por mi ausencia, de hecho, su preocupacion aumento cuando me vieron llegar.
Sin embargo, mi estadía no duro demasiado. Pronto, llegaron entes desconocidos a nuestro hogar e Isaac inmediatamente tomo mando del asunto, enviando a Sylar a escapar con mis hermanas, mientras el y yo nos ocupábamos de lo que ocurría. Sinceramente... Solo me quede para evaluar mis habilidades. No tenia deseos de defender a un familia que nunca me acepto.
Madre y padre murieron ejecutados. Isaac ordeno en separarnos y volver cuando todo se haya solucionado. Pero, a pesar de ello, el me lo dijo con un doble sentido. No quería que volviera y así lo hice, después de todo, quería romper todo vinculo con los Chevalier. Solo quiero eliminar del mapa a Sylar e Isaac, este ultimo por haberme traicionado.
No volví a mi hogar. No quería ver a mis hermanos y comencé una vida independiente como sicario, como un vampiro libre. Si me preguntan, personalmente, aborrezco la idea de servir a los humanos, por lo que me he negado rotundamente a brindar protección a una raza tan estúpida e inútil. Por supuesto... También me encargo de aniquilarlos,a ellos junto con los sapphiros. Detesto en que nos hemos convertido hoy en día. Un vampiro es un ser superior... Un ser perfecto. No una marioneta o muñeca de porcelana costosa que se puede presumir como trofeo a los demás.
Soy Damon Chevalier... Y mi historia, desde ahora, comenzara a ser escrita con la sangre de mis victimas.